29 de noviembre de 2008

SIN PAPEL / Cristhian Téllez.





CAMA DOS PLAZAS




No sé dormir al medio de la cama

mi cuerpo trajinado

no conoce de emociones,


sólo descansa sus huesos

en el larguero izquierdo.


Mi mente emocionada, no.

Hace tiempo se ha rendido,


No entiende la lógica ausente

de tanto espacio perdido.



Cristhian Téllez
Poeta de la comuna de la pintana.
Ilustración suministrada por el autor.

27 de noviembre de 2008

POESÍA / Zara Bahdí





FRIDA



Cuerpo azul, derrocado mil veces,

las serpientes de metal en tu interior,

te mantienen en pie,

recontruída de hierro y hiel,

...querida llorona...

El alma es un espacio contiguo a la realidad,

donde los mentones arrastrados por el suelo,

no se corroen, no sangran,

y el alma siempre surge intecta,

el alma no tiene género ni estancia,

y su interior es tan azul...

Siempre vuela el mismo pájaro a tu hombro,

un cuervo del color de tu nombre,

Frida Azul, Frida grandecasa,

llevas la sonrrisa plegada,

para desembarcar en la muerte,

Frida puerto.

Siempre vuelve el mismo hombro al pájaro

Lloro, por fin, lloro,

Frida madre ensangrentada,

Su hijo es un río de huesos y fermento,

...Siempre los lugares vuelan hacia los pájaros...

Corazón azul, la muerte te reclama,

Corazón azul, amargo corazón.


Frida y Zara


Zara Bahdí
Grupo LA MANCHA
Publicado en La Mancha número doce.

25 de noviembre de 2008

EL LIBRERO de La Mancha / Imágenes de un Creador


HOMENAJE A SANTOS CHÁVEZ


Una selección de cuentos y poemas del escritor peruano José Pablo Quevedo, con ilustraciones del artista mapuche Santos Chávez Alister Curinao.



Una producción conjunta de *Codelco Chile y Centro cultural "Santos Chávez".





El sueño del pastorcito

Acostado sobre la hierba,
el pastorcito mira el mundo al revés,
mira como un cuerno la luna
y al sol en sus dos caras.

El pastorcito sueña
que por una escalera
al cielo va,
y que de planeta en planeta
vuela como cometa,
y después, sentado
sobre un cerro
sigue el rumbo de las estrellas.


Pichi kamañ ñi peuma

txanalei wente karü kachu
pichi kamañ leliniei ta wallontu
waichüf tulei
leliniefi müta reke ta küyen
ka antütñi epu age.

pichi kamañ peumaniei
püra pürawe meu
wenu meu amui
runkü amulei wagülen ka wagülen
müpülei chewürfe reke
anülerkei kiñerume
kiñe winkul meu
inaniefi ta wagülen rüpü.


(Página doce).

* Este hermoso libro fue obsequiado a LA MANCHA en las oficinas de Codelco.

22 de noviembre de 2008

SIN PAPEL / Pablo Delgado U.














EL CIRCO





De pronto algo sucedió en medio de la comuna, en los lugares más inesperados, como lo pudiese relatar un camarógrafo desafiante que no le teme a nada y que su herramienta, después de sus ojos, fuese el lente de la cámara la cual bizquea, exorciza, manceba los episodios y escarba el paisaje que tiene frente. A esa hora, siete treinta de la mañana, después de las elecciones algo sucedió. Los pájaros siguieron haciendo el alboroto de costumbre sobre el pizarreño de la casa. Realidad mantenida como un poema de Teillier.

Lo otro había cambiado desde los pies hasta la cabeza; el pasaje ya no parecía el circo de entonces. Sus estandartes famélicos de color ya no estaban, las banderitas incuriosas pasaban a nueva vida, los retratos málicos descasaban en tarros de basura. De verdad me sorprendió el riguroso cambio producido tan apresuradamente después de esa elección. Creo que pensé en el camaleón.

Entonces, mi bástala memoria me llevó a la función del circo, los payasos, los magos, los trompetistas cabalicos, los trapecistas, los malabaristas y los pebres domadores de animales me dejaban el hálito de lo mágico.

Estoy seguro que esa mañana pensé otra cosa. Los juglares desbastaron su circo y despavoridos enmudecían para guardar la voz al nuevo mingo romano vencedor de esa fusta. En todo caso, vencedor por estrategia. Encumbrado en su discurso por puertas y ventanas fue el plato fuerte para los mutantes votantes de la comuna.

Ahora, en esa posición, los abarridos en sus consignas marchaban al compás del tango malévolo que destrozaba su nimia compostura de lealtad sólo para la foto en un dos por tres, pero “ a rey muerto rey puesto”.

Y creí que algo pasaba, mi dicotomía, daltonismo o dislexia propasaba el devenir de tan irreverente postura frente a los hechos ya consumados. Perplejidad de un realismo mágico encubierto en las afueras del mapa. Escuálidos especimenes baturaban su derrota en sus cuarteles de invierno. Que va de tanta payusada del antes y que el ahora los convergía como domos becerros en su balar.

Cuestión de circo creo, pero lo hirsuto de aquello, atenuaba mi pensamiento sobre la lealtad de los corderos. Su pesebrera los aglutinó, no en rebeldía, sino, cabizbajos y rumiando su derrota. A saber, como los payasos nunca dijeron esta función debe continuar, por el contrario, apostaron por borrarse el pintarrajeado lo cual no era un tatuaje de fidelidad hasta las ultimas consecuencias. Pasó cual balido grito político.

La compostura sólo la mantuvieron los animales de circo, aquellos que en mi infancia se sostenían en malabares detrás de una cuerda o en el impulso que era necesario para cruzar un puente. Miré alrededor y era cierto, el circo estaba desbastado. Los payasos, magos, los malabaristas, los trompetistas, los domadores y trapecistas sucumbieron a la hora de empezar la función.




Pablo Delgado U.

Grupo La Mancha

21 de noviembre de 2008

COMENTARIO CINE / Bernardo Astudillo


La Maldición del Personaje




Desde sus orígenes el cine se ha nutrido de la literatura para crear sus ficciones, tomando de ella a sus criaturas y demonios, contribuyendo, en muchos de los casos, a enriquecerlos y ampliarlos en el inconsciente colectivo del espectador de la gran pantalla. Indudablemente estos personajes han sobrevivido a los embates del tiempo y las modas, adaptándose a ellas como corresponde a seres intemporales y perennes. Pero si estos personajes han sobrevivido no se debe sólo a su valor intrínseco como criaturas universales, sino también a los actores que los han representado alguna vez, formando una fusión indivisible entre ficción y realidad, unidos por un rostro y un nombre determinados.

Los primeros personajes literarios llevados a la pantalla fueron los de difusión popular en los folletines de las postrimerías del siglo XIX y principios del XX; personajes como Fantomas o Arsenio Lupin, por ejemplo, versiones cinematográficas de 1913. Pero la verdadera eclosión de los personajes comenzaría en 1931 con la versión de Drácula de Tod Browning, protagonizada por el ya clásico Bela Lugosi. Con este actor comienza, por así decirlo, la maldición del personaje, una encarnizada estigmatización al que llamamos “encasillamiento” por parte del actor, terminando por sepultarlo en un rol determinado. Bela Lugosi fue el primero, convirtiéndose “en” Drácula. Muchos actores lo han representado a través de la extensa filmografía del personaje, pero ninguno ha alcanzado la notoriedad de Lugosi. Otro tanto ocurre con otro personaje de ficción mil veces llevado al cine: Sherlock Holmes. ¿Qué mejor rostro que el de Basil Rathbone para encarnar al detective del 221B de Baker Street? Si uno busca “el rostro” de Holmes no se aparece otro sino que el de Rathbone, invariablemente. Muchos actores lo han representado, pero ninguno como este actor sudafricano; se diría que cuando Conan Doyle creó a su personaje pensó en este actor y en ningún otro para interpretarlo en la pantalla grande. Otros actores que han representado a personajes inseparables han sido, por ejemplo, Johnny Weistmüller con su famoso Tarzán, el Rey de los Monos creado por Edgar Rice Borroughs; Guy Williams con su versión para la televisión de Disney de El Zorro, personaje de Colin McCullers; el Batman de la serie sesentera basada en los cómic de Marvel, encarnado por Adam West; el Superman, también de Marvel, con el rostro de Christopher Reeves. Pero, si de rostros hablamos, ¿quién no asocia este “mi nombre es Bond…James Bond” sino que con el rostro de Sean Connery? ¿O el deforme y tierno monstruo de Frankenstein con el de Boris Karloff? Y para qué decir que el rostro que mejor ha interpretado a Jesucristo en la pantalla ha sido el inglés Robert Powell, quedando como la imagen del Nazareno.

Aunque muchos y variados rostros los hayan representado en el celuloide, estas criaturas se mantienen en la retina colectiva con el de aquellos que los inmortalizaron, formando el tándem perfecto. La mayoría de estos actores debieron de sufrir la maldición del personaje, encarnándolos una y mil veces en la pantalla hasta el hastío, y hartos de ser asociados con ellos. Muy pocos se han salvado de la maldición, llegando a morir “siendo” el personaje, como ocurrió, por ejemplo, con Lugosi. Salvo las infaltables excepciones, los personajes han devorado a sus actores, convirtiéndolos en víctimas propiciatorias en la piedra de sacrificio de la ficción, donde ellos, los personajes, todavía sobreviven robándoles sus rostros.



30 de septiembre de 2008.


Bernardo Astudillo

Grupo La Mancha


Publicado en La Mancha doce.

19 de noviembre de 2008

POESÍA / Amanda Espejo



Este afiche-poema fue creado para participar en la convocatoria de EXPO ARTE Y BICICLETA 2008, en el marco del 3° Festival Internacional de Bicicultura, y se puede ver desde ayer hasta el 7 de diciembre en la estación Metro Quinta Normal.
Allí se puede admirar toda la exposición, que comprende manifestaciónes muy creativas y de toda índole en torno al lema " Energía humana para cambiar la vida".
Lo principal: una vez más LA MANCHA hace presencia en los espacios públicos con un trabajo que representa la unión entre distintos grupos que se abocan a lo mismo, esto es, a la creación y difusión de las letras, tales como El Puñal, Cinosargo, Amano y Azul@rte, quienes son parte de este afiche con sus banners.
Esperamos con esto, seguir incentivando a unos y otros para no desmayar en cuanto a manifestarnos libremente y a ocupar los espacios que se nos proponen.

*Para leer bien el texto, pinche la imagen y luego... opine!
(A todos los grupos se accede por nuestros vínculos).




Amanda Espejo
Grupo La mancha
Afiche expuesto en la Expo Arte & Bicicleta 2008

18 de noviembre de 2008

POESÍA / Rodrigo Kuhrt




HIPERPOEMA




Me permití atisbar amor en tus ojos: HIPERMETROPÍA.
Me dejé golpear por la nostalgia una y otra vez
mientras te devoraba la tierra.
Amarizé por pavor a tu amnesia
en un superpirético estado de HIPERIDROSIS
HIPERTRANSMUTACIÓN galáctica de un segundo
a otro segundo.
Aprobaste más de una vez mi condición de masoquista
y me regresaste estroboscópicamente al mundo
como una enferma de HIPEREMISIS crónica
aunque, en lo profundo del dolor
soy un feliz portador de HIPERALGESIA
infeliz HIPERESTÉSICO:
demoníaco
estado
alérgico
anafiláctico
por el cual
mi corazón
presa de la HIPERTROFIA
causada por la HIPERBOLEMIA
de amarte hasta los tuétanos
no hacía más que demostrar su HIPERKINESIA
mediante frenéticos latidos HIPERBÓLICOS.
Y todo por qué
por revivir una catalepsia
por recibir una ráfaga de ósculos
de parte de lengua bélica
por buscarme con pena y sin gloria
en tu recóndito amor anti-recíproco.


Rodrigo Kuhrt
Publicado en La Mancha número cinco
Ilustración: Francisca Lagos.

15 de noviembre de 2008

COMENTARIO / Daniel Rojas Pachas.



Y los oí cantar: Amuleto de Roberto Bolaño.


(…)Y los oí cantar, los oigo cantar todavía, ahora que ya no estoy en el valle, muy bajito, apenas un murmullo casi inaudible, a los niños más lindos de Latinoamérica, a los niños mal alimentados y a los bien alimentados, a los que lo tuvieron todo y a los que no tuvieron nada, qué canto más bonito es el que sale de sus labios, qué bonitos eran ellos, qué belleza, aunque estuvieran marchando hombro con hombro hacia la muerte, los oí cantar y me volví loca, los oí cantar y nada pude hacer para que se detuvieran, yo estaba demasiado lejos y no tenía fuerzas para bajar al valle, para ponerme en medio de aquel prado y decirles que se detuvieran, que marchaban hacia una muerte cierta.(…)
(…) Y aunque el canto que escuché hablaba de la guerra, de las hazañas heroicas de una generación entera de jóvenes latinoamericanos sacrificados, yo supe que por encima de todo hablaba del valor y de los espejos, del deseo y del placer.
Y ese canto es nuestro amuleto.
En las páginas finales del libro "Amuleto" de Roberto Bolaño, encontramos este monólogo en boca de Auxilio Lacouture, uruguaya, madre de la poesía mexicana, flaca y espigada como una versión femenina del Quijote.
La mujer, pues parece poco decir simplemente el personaje, como ocurre en la mayoría de casos de aquellas existencias que originó la mente del chileno, más bien narrador y poeta continental, ofició como secretaria y barrendera del estudio de dos poetas españoles exiliados y que fueron parte valiosa de la genial vanguardia del 27, Pedro Garfias y León Felipe. Curiosos nexos como éste, no tan anecdóticos o pretenciosos como podrían parecer en un principio, dan rienda al juego preferido del autor, desafiar los límites de lo verosímil, así comienza la trasgresión y se da la trascendencia del papel a lo mundano, lo vital emerge en cada párrafo, en cada desafiante discurso capaz de movilizar los hilos de lo extratextual, configurado por el pensamiento y las aprehensiones del lector.
El maridaje se va estrechando en torno a la cultura y siempre con un contenido irremediable, oscuro, violencia y locura entrelazadas, no por nada la historia parte señalando:
Ésta será una historia de terror. Será una historia policíaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá. No lo parecerá porque soy yo la que lo cuenta. Soy yo la que habla y por eso no lo parecerá. Pero en el fondo es la historia de un crimen atroz.
Bolaño es un digno maestro en el diseño de mundos literarios, los que curiosamente o más bien, felizmente, orbitan en torno a lo literario, la literatura es su obsesión, la médula de su espíritu creativo, de su herida como fabulador, lo valioso es que en su calidad de autodidacta y lector, y creo eso es lo que más se le reconoce, pues jamás perdió la capacidad de asombro y de ver más allá, cediendo a lo que un mero segmento del público espera. Bolaño no es complaciente con las camarillas y sectas académicas ni tampoco con el fandom y los cultistas, él por su propia inclinación y libre creatividad, inicia indistintamente un libro con un epígrafe de su amigo Mario Santiago, el poeta mexicano autor del Aullido del Cisne y que leía en la ducha o hace alusión a una cita de Petronio.
Para Bolaño, el arte no es un pañuelo de seda en que solo cabe el fraseario erudito y la intertextualidad con los clásicos y los nobeles, música docta y museos parisinos, y si bien no se va al otro extremo, propio del realismo sucio y crónica urbana al uso, Bolaño demuestra con talento que el pañuelo de seda, no siempre está exento de sangre y otras excrecencias. Los vasos comunicantes entre los grandes pensadores de una sociedad y el lumpen más desastroso, están a un paso y rodeando al habitante común en su horario de oficina, pues son vidas solitarias, periféricas, al límite. Así, sus personajes, físico culturistas, ex boxeadores, criminales, proxenetas y locos artistas, fascistas de la brocha y la pluma, son esplendidos lectores y creadores, hacen de sus fechorías y vidas, actos poéticos. En la autopista paralela, sus personajes eruditos, aquellos escritores y críticos, investigadores y muralistas, son detectives salvajes, viajeros como los héroes de las tragedias griegas, guerreros y poetas que deambulan en la noche, que se mutilan y guardan cadáveres en el patio trasero gestando los extramuros de la cotidianidad.
Bajo esa cuña que para algunos es un despliegue exagerado de conocimiento, solo queda recalcar lo exagerado de su limitación como interpretes, pues basta con revisar la vida de muchos escritores, dementes genios como Vallejo famélico, Baudelaire con sífilis, Hemingway volándose la cabeza de un tiro,
Kafka tuberculoso desafiando a su progenitor, Rimbaud con sífilis traficando armas, Joyce traficando libros con un look de pirata, Delmira Agustini victima de un crimen pasional terrible, Pessoa creando heterónimos, Vian creando heterónimos de color para escribir violentas historias de racismo y jazz, Crane saltando al vacío, Berryman saltando al vacío, Pascal cortándose las venas, Chetterton envenado, Panero recluido, Salinger auto recluido y muchos más que Bukowski pudriéndose en sus moteles, borracho y recluido se pregunta, ¿qué pretenden estos que algunos consideran pequeños dioses?, verdaderos dionisíacos, posicionados en los anaqueles de la insanidad, balanceándose como elefantes sobre un delgado hilo hacia el más insondable abismo. La realidad entonces, se reescribe en fantasmales y maravillosas voces que impulsan al lector a indagar más a fondo en periodos, lecturas, generaciones y movimientos, cruzados por numerosas anécdotas, vidas que en la autotelia de la palabra, algo tan ansiado por los escritores, esa patria que es tu lenguaje en acción más allá de cualquier pedazo de concreto, va desafiando los lindes de lo humano, de lo histórico, relegando a cronistas y glosadores a un segundo plano ante el predominio de la ficción verosímil bien edificada.
Podemos en tal medida señalar que Auxilio y su mente son una alegoría de la memoria de América del mundo, ella misma lo señala: Luego me desperté. Pensé: yo soy el recuerdo.
Y así dicen sus juegos adivinatorios.
(…)Estoy en el lavabo de mujeres de la Facultad y puedo ver el futuro, decía yo con voz de soprano y como si me hiciera de rogar.
Ya lo sé, decía la voz del sueño, ya lo sé, tú empezá con las profecías que yo las anoto.
Las voces, decía yo con voz de barítono, no anotan nada, las voces ni siquiera escuchan. Las voces solo hablan.
Te equivocas, pero es igual, tú di lo que tengas que decir y procura decirlo fuerte y claro.
Entonces yo tomaba aliento, dudaba, ponía la mente en blanco y finalmente decía: mis profecías son éstas.
Vladímir Maiakovski volverá a estar de moda allá por el año 2150. James Joyce se reencarnará en un niño chino en el año 2124. Thomas Mann se convertirá en un farmacéutico ecuatoriano en el año 2101. (…)

Juego que proyecta la resurrección de poetas y narradores universales hasta el fin de los tiempos en un infierno en vida que cierra bajo el enigmático y penumbroso 2666.
(…)no un cementerio de 1974, ni un cementerio de 1968, ni un cementerio de 1975, sino un cementerio del año 2666, un cementerio olvidado debajo de un párpado muerto o nonato, las acuosidades desapasionadas de un ojo que por querer olvidar algo ha terminado por olvidarlo todo.
Las evidencias son muy marcadas, la mujer que resistió acalambrada dentro de un baño el quiebre de la autonomía universitaria cuando la UNAM fue invadida por los militares, convirtiéndose en una ambigua leyenda, pasa más allá de ser un mero personaje, reducirla a esa categoría sería ofensivo, igual que reducir a Arturo Belano, alter ego del autor y a Ernesto San Epifanio, a Remedios Varo y Lilian Serpas la amante del che Guevara, todos presentes en el particular fluir de la conciencia de Auxilio y sus delirios claustrofóbicos, durante su hacinamiento que buscaba salvar su pellejo del fascismo. En esas condiciones la mujer se empapa de mágicas percepciones, volviéndose una especie de Tiresias.
Moderna versión del profeta que transita entre el pasado y futuro no sólo el personal y de sus coetáneos, amigos y conocidos, poetas infrarrealistas, perdón realvisceralistas de los 70 sino que su voz se prolonga a todo el quehacer literario joven de nuestro continente, e ahí la fuerza del discurso disperso de una mente enfebrecida y que usé para abrir el artículo. La similitud de este con Howl de Ginsberg, tampoco se puede obviar. En este punto además, no es secreto, la afición beatnik de Bolaño, como ignorar entonces la obra del budista y sus compañeros, la influencia de Kerouac, de Corso y Burroughs, en él, que fue un gran lector de poesía, un autodidacta sapientísimo.
Amuleto, novela corta, repleta de personajes, más bien existencias, es entonces una prolongación del genio lector de Bolaño, capaz de crear dualidades carismáticas que no dejan de ser fantasías y que en esa ambivalencia tan especial entre real y ficticio, permiten la flexibilidad del trato con cada persona que los reconoce y dialoga al leerlos, al interpretarlos, en un presente que se diluye rápidamente y siempre remite a esas lozas, a esa pulcritud y silencio abismal del baño universitario, a esos minutos de asfixia que compartimos en el silencio de nuestra propia conexión con el amuleto, con la palabra, con el canto. El amuleto de la creación y de la sabiduría y también de la caníbal demencia de América, de la llegada de exiliados, genios europeos, que revolucionaron nuestras letras, el giro político, las dictaduras y utopías comunistas, el vacío posterior de generaciones que soñaron y fueron abortadas y el inicio de nuevas generaciones impávidas que nada saben y poco les importa la tierra y las reivindicaciones del pasado, huérfanos, cosmopolitas hijos del soundtrack y el pop culterano.
Amuleto es una bitácora de toda la narrativa de Bolaño, y en palabras exactas de otra de sus existencias, el investigador literario Amalfitano de 2666, Amuleto como Baterbly o La Metamorfosis, sería un ejercicio de esgrima perfecto, no como sus hermanos mayores, batallas desordenadas, sangrientas, atemorizantes, fétidas y carentes de aplicación, geniales en su caos, en su apertura, Amuleto en cambio, redonda, exacta, entrenada previamente, presenta la finitud, es limpia, maravillosa y digna del gusto de un farmacéutico ilustrado.


Autor: Daniel Rojas Pachas.
Daniel Rojas Pachas nació en Lima en 1983 y actualmente reside en Arica. Es escritor y Profesor de Literatura egresado de la Universidad de Tarapacá. Dirige el Colectivo y taller Literario Clepsidra, es Miembro y fundador del Grupo literario MAL y actualmente dirige y edita la Revista Literaria virtual Cinosargo. www.cinosargo.cl.kz. Ha publicado los poemarios Música Histórica y Delusión en el 2006 y 2007 con la Editorial Blue y se encuentra pronto a publicar su libro de investigación sobre cinco autores latinoamericanos, beneficiado por el Fondart el año 2008. Más información en su weblog Personal: http://www.danielrojaspachas.blogspot.com y al mail: carrollera@hotmail.com

14 de noviembre de 2008

NARRATIVA / Agustín Rozas


MARIPOSA



Es hora de visita en un hospital público. Los parientes y amigos de las enfermas se agolpan en la puerta de la sala común de cardiología ante la espera en silencio, pero nerviosa de las internas.

Suena la chicharra avisando que se puede ingresar. Los saludos, abrazos y besos no dejan ver el rostro de quienes permanecen en cama. Murmullos, risas y carreras dominan toda la escena, por lo bulliciosas.

Nuevamente el sonido, ahora molesto, de la chicharra, anuncia el término del recreo para ellas. Despedidas tristes de algunos familiares, al saber que sus visitadas no experimentan mejoría; alegres los otros, por ver a las suyas en franca recuperación.

Luego, la sala vuelve al movimiento acostumbrado, sólo diferente por el sonar de paquetes y bolsas al ser abiertas, con los regalos y encargos para las hospitalizadas. Todo este barullo es observado por la “viejita” de la cama 19, la que casi sin moverse para no molestar, ve pasar otro día sin ser visitada por persona alguna. Ya no le es doloroso ni siente pena, está acostumbrada. A su marido no lo ve desde hace 20 años o más; de los hijos nunca ha conversado. La solidaridad de las compañeras de sala le ha permitido tener algo de lo que necesita para el aseo diario. Pero, cuando todo se ha calmado, por una ventana entra su diaria y puntual visita alada: una mariposa, la que en zigzagueante vuelo va a posarse en el brazo de la anciana.

El lepidóptero, de llamativos colores amarillo, verde, rojo, azul y violeta, no deja de mirar ni por un instante a la enferma. Día tras día, sin necesidad de chicharras ni autorización llega a acompañarla. Al despedirse (siempre lo hace levantando y moviendo sus patas con rapidez, como si quisiera dedicarle un baile ), la mujer se queda tranquilamente dormida, dibujándose en sus partidos labios una dulce sonrisa de alegría.

Hoy, preocupada al ver pasar las horas en soledad, no repara en que la cumplidora visitante ha llegado. Se detiene tambaleante en el velador dando unos lentos y temblorosos pasos, al tiempo que dificultosamente levanta su pequeña cabeza, vino a darle una última mirada a quien con su presencia alegraba, para luego irse, quizás, sin remordimientos.

La tristeza por la ausencia definitiva de la colorida voladora, hace que su amiga se agrave, y en esta fría mañana, en un intento por salvarle la vida, dos enfermeras reciben la orden de llevarla a la sala de urgencia. Al iniciara el traslado la escuchan llamar con débil voz a su querida voladora; una de ellas dice:

- Mira, la vieja de la 19 quiere una mariposa - .

- No te preocupes, ya está en las últimas. Mejor consíguele una de fierro; así le durará más -, le contesta la otra, al tiempo que lanza una ruidosa carcajada que recorre el estrecho, largo y solitario pasillo hasta, también extinguirse.



Agustín Rozas R.

Publicado en La Mancha número once.

SIN PAPEL / Gildardo Isidro Gutierrez






TENGO

(A mi esposa)



Tengo de la tarde el dolor de un estrella,

de la noche la oscuridad recostada sobre mi cuerpo.

Tengo de ti la primavera de tus labios,

de tus senos el aroma exquisito de un velero.

Piel de rosas amarillas,

trigo de amapolas y de ensueño.


Tengo lo que nunca tuve y lo que nunca tendré:

Tus ojos diáfanos y eternos,

fugaces estrellas en la aurora de mi desvelo.

Tu voz canto de alondra como epicentro

cuando navegas por mis pensamientos.


Tengo lo que nunca tuve y nuca tendré:

Pasión de flores marchitas,

piel rasgada de plenilunio ante el hijo que llora,

que me alienta con su ternura.

De tu vientre la crisálida, la oruga,

la ilusión convertida en espiga.


Te tengo a ti y no te tengo,

porque como el agua eres cristalina,

baño de rocío en la mañana,

ola de mar enardecida.

Ciprés de tormenta apaciguada con mi voz,

con mi amor, con mi consuelo.



Gildardo Isidro Gutierrez

Desde la bella Colombia


Fotografía: Pablo Delgado U.

10 de noviembre de 2008

POESÍA / Amanda Espejo


MASOME


Está de +
que acumule nombres en el librero.
Sacudir el polvo
una y doscientas veces
o resbalarme por el dial
en busca de la cantinela correcta.

Están de + las botellas apiladas bajo la mesa.
(No basta, aprendiz de geisha)
Delinearme los párpados
Morderme a sangrar los labios
Perfumarme el lóbulo y las muñecas.
No basta
No salva
No llena
que te rompas la pelvis entre mis piernas.
No es tu siembra lo que busco.
Es mi ajusticiamiento
El pago justo a todos mis favores.

Yo,
MASOME
Tendida en cruz
La piedra angular del acertijo
La explanada viva del sacrificio
Tal como lo impusieron en mi frente
desde el principio de los siglos.
MASOME
Mitad perra y mariposa
Camino erguida por no reptar
Ondulante, cierta, triunfante
entre los juncos vivos de tu nidal.

Yo,
MASOME-VERDE-MANZANA
Única-ofrenda-obligada
según se vislumbró tras las turbias persianas del paraíso:
"Y Él, te aplastará con el pie”.
Cualquier otro pronóstico,
está de +.


Amanda Espejo

Grupo La Mancha

De su libro NO HAY MÁS QUE ESTO.


8 de noviembre de 2008

POESÍA / Felipe Gálvez




LABIOS DE MAR

Miradas caminantes de sombras.
Ojos únicos
en el manto de arena que hace rebotar el sol
y seguir a lo lejos
como inquilino vigilante de cimas que arrienda.
Rienda suelta
a los gatos a nado de hormiga
que desean viajar unidos por las estrellas
y seguir a lo lejos
vigilando el tesoro de frutas
donde cabe la conciencia.

El dueño de las horas no es tu patrón irrisorio.
El jefe de tus faenas ordenará tu ascenso de cenizas
y serán asesinas las horas extras en la jaula del mes,
cuando el puerto de mantas reciba al barco de la centuria
que viene del mar de labios gestuales
agitando su encanto,
como dos marinos encantando noches
y elevando una copa de trazos
por el recuerdo de la mar fatigada
de tanto mover los pechos en la borrasca sexual
donde se entregó al placer del mareo de los hombres

Hembra marea
Marea hembra
Dame un naufragio nocturno
con estrellas que me contemplen
cuando tus brazos me abracen y me confiesen
que yo fui el primer último hombre
y el primer amor de todo últimamente.
EL PRINCIPAL
EL QUE REGÓ TU ALMA
CUANDO PASEABAN LAS SOMBRAS
Por el umbral que dejó la última experiencia
lluvia de amares que me dé tu cuerpo
y que me bañe tu alfombra de sol transparente.
Envuélveme con un tapiz de horizonte
cuando desaparezca tu figura bajo la línea del fin.



Felipe Gálvez
Publicado en La Mancha número tres.
Fotografía: Pablo Delgado.

4 de noviembre de 2008

SIN PAPEL / Jorge Fischer



Critíquenme

Quiero que me critiquen,
si, leyeron bien, quiero que
me critiquen en mala, con rabia,
quiero sentir que en sus palabras de ira
se demuestre lo mucho que
les quedó picando el potito.

Critíquenme con o sin razón lógica
eso es aporte propio y voluntario,
en una de esas no concrete ninguna idea,
pero dígalo bonito y con palabras enredadas
para que le crean culto.

Critíquenme porque yo soy una
de las personas que van a las protestas
no importa de que sean,
a veces ni yo sé de que tratan,
pero voy igual y salgo enlas noticias
tirándole piedras a los pacos.

Quiero una fuerte crítica contra mi, porque
paso a comprar el Combo 4 a un McDonald
luego de ir a una concentración vegana.
También porque no quiero que salga alguien de derecha
a la presidencia, a pesar de no querer ir a inscribirme
al registro porque me da flojera.

Sobre todo, atáquenme, porque me creo
ecologista, de esos del Greenpeace, pero igual
quemo basura fuera de mi casa,
pues como lo decía ese viejo feo: "el smog a mi me hace bien"
y a pesar de que me carga la ideología norteamericana,
tengo en mi pieza un póster del tío Sam al lado del Che
para puro crear polémica.

A ver si a alguien le cayó el tejazo con esto,
pues lo que más quiero que critiquen
y que odien de mí
es que de todas esas cosas que he hecho
me arrepiento completamente,
pero que sin duda lo volvería a hacer
si se me diera la oportunidad...
... o las ganas de hacerlo.


Jorge Fischer
Desde la comuna de San Joaquín.

COMENTARIO / Sobre los Mitos Ancestrales.





Ayer, en la cinoteca del Centro Cultural del Palacio la Moneda tuvimos ocasión de encontranos con Oscar Galleguillos, gestor del sitio FUEGO ANCESTRAL, en la muestra del 2° FESTIVAL AUDIO VISUAL DE MITOS.
Oscar fue quien nos ayudó con información para el tema de LA MANCHA 11, y fue muy agradable conocer su labor en vivo con los notables avances que brinda la multimedia. Música espectacular basada en las voces de la naturaleza y en los cambios que esta provoca.
AYAYEMA(Mitología Kawésqar)

Ayayema representa para los kawéscar el espíritu del mal. Mora en los pantanos y tiene dominio sobre las fuerzas sobrenaturales, especialmente, el viento del noroeste que vuelca las canoas.(Moriamez, 1985).
Asimismo, posee potestad sobre el fuego de los hogares, alargando las llamas hacia lo alto para incendiar las chozas mientras sus habitantes duermen.(Morenoy Verdún, 1998).
Durante el día vive en los pantanos, y por las noches en las costas y los bosques. Aprovecha la oscuridad para apoderarse de las personas por medio de sueños, causándoles enfermedades y muerte.( Moriamez, 1985).
Era temido como el perseguidor obstinado de los seres humanos.(Moreno y Verdún, 1998).
Ayayema podía adueñarse de los muertos convirtiéndolos en seres malvados que asediaban los sueños de los vivos, traían el mal tiempo, la invalidez, la enfermedad, la caza infructuosa y el miedo. Por eso, cuando alguien fallecía, se lanzaban piedras contra su choza diciendo:
“Ahora vas a dejar que nos sentemos en paz en tu cabaña” (Moreno y Verdun, 1998).
Ayayema exala podredumbre, y es por eso que cuando las cabañas se tornaban malolientes, era preciso mudar el campamento: el hedor indicaba que este mal espíritu estaba cerca.(Moriamez, 1985).


Del libro MITOS DE CHILE, Sonia Montecino A.
Gentileza del sitio www.fuegoancestral.cl
Publicado en La Mancha número once.



3 de noviembre de 2008

POESÍA / Zara Bahdí





KAMIKAZE


El estrellado.
Enterrado se existe
en tu mente moralista
…Entrañas…
Escalinatas pautadas.
Una corona gobierna
y repite el discurso grabado
en una cinta rayada
al filo de la contra.
No han sido mis cielos
el paisaje para tu retrato
de musa triunfadora.

A las triunfadoras
se las comen los pájaros
a pico desolado
y desprovistos de sutileza.

Soy el estrellado kamikaze
de tu trompa falopiana
¡Oh! Madre…
Duermo en tu pavimento
antiguo, denso
encajonada a tus ideas.
Patearé con fuerza
las bacterias
que estancan tu evolución
que suman tus miedos.

Vivo descompuesta
en tu cuello uterino.
Un túnel maternal oscuro
te ha confesado mi venida
y me disparo y me estrello
contra un nombre
un apellido
y un número
que contabiliza
a los disparados
a los kamikaze
los aturdidos.

Una palabra tuya avergüenza mi noche
enséñame a florecer
con tu agua tersa
y teñiré de mentiras mi título.
Se esconde tu consejo
y es mi nombre
...que emerge...

Y soy el diablo de tus pretensiones
al sur, al norte
un seno expulsa leche sin destino
amarilla cae al suelo.
Esa leche es muy perfecta
para labios leporinos
que regurgitan improperios.
Esa leche es muy nutrida
para raquíticos criterios
dicen…¡Oh! Madre
Estrellada kamikaze yo seré
el deseo de encontrarte
echada a la suerte sin criterios
descriteriados encuentros
de madres e hijos se explotan
y aparece el kamikaze mayor.

Sin ti el kamikaze desquiciado,
el proyectil hueso
se cansa de esperar.
El tiempo corre en la bomba
que espera la propagación
de un fuego inexplicable
el trueno de tu arrullo
Madre – Verdugo,
desintegra la herencia que dejaste
impresa en mi archivo intestinal

Al estallar
o al expandir mi existencia
una tripa ennegrecida y filosa
descuartiza tu trino lineal.
Y espero que digas que es de noche
para renunciar a tu pauta musical
y sentirme un avión extraño
por tres gramos de tiempo
que robé de tu tesoro moral.
Zara Bahdí
Grupo La Mancha
Publicado en La Mancha número cuatro