23 de septiembre de 2014

POESÍA / Juany Rojas





BACANTE



Sacerdotisa

nazco y renazco en las parras

ebria de alegría

El contorno de mi descaro

se dibuja en lo sinuoso de sus troncos

en la avidez de sus raíces

el atractivo de su sombra

y en su fruto que embriaga

Sin mí

no hay vino

fiesta

ni hombre



En tus brazos me entrego Dionisio

exprime de mí toda irreverencia

tómame

bebe de mis pechos el vino

préndete a mis caderas

y encendamos el rito



Mis invitados son el sol el fuego la belleza

la música la noche

los brujos

la poesía

los dioses

el Amor

Soy la copa que los recibe

los contiene hasta derramarse

y no se sacia



Festejemos para seguir existiendo a pesar de la muerte

celebremos el absurdo de ser

profanos sagrados

lúcidos locos

finitos eternos



Tómame Dionisio

vuelca en mí tu sagrado vino

embrújame con la danza que trasciende la vida

santifiquemos la comunidad de los cuerpos

y paladeemos el alma.




ALAS



A estas alturas de la vida

entre sus abismos y quebraduras

otra vez he perdido mis alas

Las busco

las extraño

como si alguna vez las hubiera tenido.

 
 
*****


Páginas 70, 71 y 73 de Antología Jardín Nocturno (2007, Editorial La Trastienda).
 
JUANY ROJAS nace en 1953 en Pedro de Valdivia, poblado del Desierto de Atacama, hoy deshabitado y declarado monumento nacional. Reside en Santiago.
Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile.
Publicaciones: Las magias perdidas (1994), Quehaceres (2006 y 2010), Espejismos en la Pampa (2007) Ofidios (2013).
Reconocimientos: Mención honrosa Concurso literario nacional Stella Corvalán 2004 (Quehaceres) y 2008 (Retratos de la calle), Segundo premio Encuentro internacional de poesía Reunión de voces, B.Aires , 2010, Primer premio Concurso de poesía Tegualda Pino Berríos, Curicó, 2013.






Página de la autora: http://juanyrojaspoesia.com/

Imagen tomada desde el sitio:

8 de septiembre de 2014

INVITACIÓN / Presentación "Los Vástagos de la mente", de Mario Bustos Ponce.



 


Estimados amigos y autores


La Escuela de Derecho de la U. de Chile y Ediciones Puerto de Escape les invitan a la presentación de la novela de Ciencia Ficción y Distopía: “Los vástagos de la mente” de Mario Bustos Ponce (PdE 2014).

La presentación estará a cargo del estudioso de CF chilena y editor, Marcelo Novoa y el joven divulgador del género, J.H. Magno.

Viernes 12 de septiembre a las 18:30 horas

en el auditorio
 
Arturo Alessandri del Edificio Los Presidentes,
ubicado en
Pío Nono N°1 comuna de Providencia,
Santiago (Metro Baquedano).


Entrada Liberada.



Marcelo NovoaE d i t o r P d E

3 de septiembre de 2014

LARGA DISTANCIA / Efraín Huerta, desde México








DECLARACIÓN DE AMOR


Ciudad que llevas dentro
mi corazón, mi pena,
la desgracia verdosa
de los hombres del alba,
mil voces descompuestas
por el frío y el hambre.

Ciudad que lloras, mía,
maternal, dolorosa,
bella como camelia
y triste como lágrima,
mírame con tus ojos
de tezontle y granito,
caminar por tus calles
como sombra o neblina.

Soy el llanto invisible
de millares de hombres.

Soy la ronca miseria,
la gris melancolía,
el fastidio hecho carne.
Yo soy mi corazón desamparado y negro.

Ciudad, invernadero,
gruta despedazada.

Bajo tu sombra, el viento del invierno
es una lluvia triste, y los hombres, amor,
son cuerpos gemidores, olas
quebrándose a los pies de las mujeres
en un largo momento de abandono
-como nardos pudriéndose.

Es la hora del sueño, de los labios resecos,
de los cabellos lacios y el vivir sin remedio.

Pero si el viento norte una mañana,
una mañana larga, una selva,
me entregara el corazón desecho
del alba verdadera, ¿imaginas, ciudad,
el dolor de las manos y el grito brusco, inmenso,
de una tierra sin vida?
Porque yo creo que el corazón del alba
en un millón de flores,
el correr de la sangre
o tu cuerpo, ciudad, sin huesos ni miseria.

Los hombres que te odian no comprenden
cómo eres pura, amplia,
rojiza, cariñosa, ciudad mía;
cómo te entregas, lenta,
a los niños que ríen,
a los hombres que aman claras hembras
de sonrisa despierta y fresco pensamiento,
a los pájaros que viven limpiamente
en tus jardines como axilas,
a los perros nocturnos
cuyos ladridos son mares de fiebre,
a los gatos, tigrillos por el día,
serpientes en la noche,
blandos peces al alba;
cómo te das, mujer de mil abrazos,
a nosotros, tus tímidos amantes:
cuando te desnudamos, se diría
que una cascada nace del silencio
donde habitan la piel de los crepúsculos,
las tibias lágrimas de los relojes,
las monedas perdidas,
los días menos pensados
y las naranjas vírgenes.

Cuando llegas, rezumando delicia,
calles recién lavadas
y edificios-cristales,
pensamos en la recia tristeza del subsuelo,
en lo que tienen de agonía los lagos
y los ríos,
en los campos enfermos de amapolas,
en las montañas erizadas de espinas,
en esas playas largas
donde apenas la espuma
es un pobre animal inofensivo,
o en las costas de piedra
tan cínicas y bravas como leonas;
pensamos en el fondo del mar
y en sus bosques de helechos,
en la superficie del mar
con barcos casi locos,
en lo alto del mar
con pájaros idiotas.

Yo pienso en mi mujer:
en su sonrisa cuando duerme
y una luz misteriosa la protege,
en sus ojos curiosos cuando el día
es un mármol redondo.
Pienso en ella, ciudad,
y en el futuro nuestro:
en el hijo, en la espiga,
o menos, en el grano de trigo
que será también tuyo,
porque es de tu sangre,
de tus rumores,
de tu ancho corazón de piedra y aire,
de nuestros fríos o tibios,
o quemantes y helados pensamientos,
humildades y orgullo, mi ciudad,

Mi gran ciudad de México:
el fondo de tu sexo es un criadero
de claras fortalezas,
tu invierno es un engaño
de alfileres y leche,
tus chimeneas enormes
dedos llorando niebla,
tus jardines axilas la única verdad,
tus estaciones campos
de toros acerados,
tus calles cauces duros
para pies varoniles,
tus templos viejos frutos
alimento de ancianas,
tus horas como gritos
de monstruos invisibles,
¡tus rincones con llanto
son las marcas de odio y de saliva
carcomiendo tu pecho de dulzura!


*****



Efráin Huerta / Nació en Guanajuato el 18 de junio de 1914; murió en 1982. Hizo sus primeros estudios en León y Querétaro. En la ciudad de México cursó la preparatoria y los primeros años de la carrera de leyes. Fue periodista profesional desde 1936 y trabajó en los principales periódicos y revistas de la capital y en algunos de provincia. Fue también crítico cinematográfico. Perteneció a la generación de Taller ¡1938-1941), revista literaria que agrupó entre otros, a Octavio Paz, Rafael Solana y Neftalí Beltrán. Viajó por los Estados Unidos y Europa. El gobierno de Francia le otorgó en 1945 las Palmas Académicas. En 1952 visitó Polonia y la Unión Soviética.

Dentro del grupo que integró la generación de Taller, Efraín Huerta se distinguió por su sana conciencia lírica, por su apasionado interés por la redención del hombre y el destino de las naciones que buscan en su organización nuevas normas de vida y de justicia. Sus primeros libros: Absoluto amor y Línea del alba están incluidos en Los hombres del alba, además de su obra publicada en revistas hasta 1944. El amor y la soledad, la vida y la muerte, la rebeldía contra la injusticia, su lucha contra la discriminación racial, la música de los negros, la política y la ciudad de México, son los temas más frecuentes de su poesía. Recibió el Premio Nacional de Poesía en 1976.