26 de julio de 2008

POESÍA / Rodrigo Suárez





LOS QUELTEHUES NO TIENEN LA CULPA


Los queltehues no tienen la culpa,
no fueron ellos los chamanes
del viento gris, la tensa lluvia.

Al contrario, puedo verlos correteando nubes
mientras ordeno los ladrillos sobre el tejado,
las tablas rotas, el neumático fiel.

No pudieron ahuyentar a los portaviones
que encallaron en el pie de monte.
No tuvieron chance alguna de alejar
a las ballenas de la playa.


Es inútil arreglar la plancha volteada.
Elijo una olla bien grande
y la pongo
debajo
de la
cascada
latente.

Giran los queltehues todavía
y abajo
los pichones gritan
porque ya
presienten
la muerte
en
aguacero.




Rodrigo Suárez
Revista Literaria El Puñal

Publicado en La Mancha número once.

18 de julio de 2008

EDITORIAL CONMEMORATIVA / Grupo LA MANCHA

Hace tres años atrás... nos encontrabamos Zara, Paloma, Rosa, Pablo y yo, afanados en terminar los últimos detalles del primer número de LA MANCHA. Fue a mediados del mes de julio del 2005, en la casa de Mariela, en Los Jardines, en donde se llevó a cabo la presentación de la novel revista, en medio de un grupo de amigos que brindó y celebró el hecho, y nos instó a seguir haciéndolo.
Ya para el segundo número se sumó Bernardo Astudillo a la empresa, con su valioso aporte en el campo de la diagramación, y un año después, Ariel Blümel, un manchado más.
Tal como ayer, nos encontramos dando los últimos pasos para presentar mañana, sábado, el número once de LA MANCHA, y es tan emocionante como aquél entonces, pues, a pesar de los contratiempos y el desaliento - que espero, sean pasajeros - lo gratificante de llevar tres años seguidos publicando contra viento y marea, hace que las turbiedades queden a un lado.
En este afiche hemos querido recordar algunos de los hitos de nuestro camino como creadores y motivadores del discurso literario: está la portada del libro FRAGMENTO PARA OTROS TEXTOS, con diseño de Pablo Delgado, que si bien fue un trabajo conjunto del Taller Literario y sus entonces alumnos - nosotros entre ellos -, fue el impulso de partida de lo que vendría después.
También está la portada del número uno, diseñada por Pablo en base de un dibujo de Marco Antonio Sepúlveda, y la portada del libro del Primer Concurso de Poesía Joven de LA MANCHA, diseño de Zara Bahdí.
Han sido muchos los nombres de los que han publicado en estas páginas, ya desde nuestra comuna, ya desde afuera, pero todos y cada cual han hecho su valioso aporte para que esta empresa continúe y sea una ventana abierta para las letras desde quilicura.
Por ello y mil razones más, es que deseamos compartir con vosotros este abrazo virtual de Feliz Aniversario como testimonio innegable de que los sueños, con garra y empeño, se pueden convertir en una concreta realidad.
Gracias de todo corazón a todos los Manchados, desde el más grande al más pequeño.

Grupo La Mancha

Quilicura / 18 / 07 /2008

15 de julio de 2008

POESÍA / Pablo Delgado U.






Permítanme restregarme la memoria.
Sin recortes ni periódicos,
ni fotos desteñidas descubriendo mi pasado.
El flash no fue mi pasión
apenas quiltro moviendo la cola
o levantando la pata para apaciguar los ánimos
maceré la hierba y corté las begonias.

Hubo turbas que quisiera olvidar
y uso mi olfato.
Puntos de vista, consignas, rabias amorosas
y otras me incitan
a que las he conocido (yo ya tengo suficiente)
mi raza está por verse.

Mejores cosas se hicieron en mi infancia
a ras de pasto como los anfibios
o aviones de juguete tendidos en el patio.

No simulo nada y pateo como un bebé,
quiltro al final,

mi recuerdo es eso, un guiño.




Pablo Delgado
Poema (a) del texto Perro Muerto
Quilicura, Noviembre 2005




Publicado en La Mancha número cuatro.

14 de julio de 2008

COMENTARIO CINE / Bernardo Astudillo

TARDES DE CINE

En la década de los cincuenta, cuando todavía en Chile la televisión no había desplazado al cine como elemento de entretención, la industria, buscando nuevas fórmulas para atraer espectadores, creó las series. La serie básicamente era una película contada por partes, ya fuera como capítulos unitarios o consecutivos, dependiendo del tema. Muchas de esas series – ahora consideradas de “culto”- se proyectaban antes de un plato fuerte, es decir, de un largometraje. Generalmente se exhibían en la mañana, después del mediodía, por lo que se llamaban “horarios de matiné”. De aquella concepción nació el cine de matiné, es decir, el género de aventuras, mezcladas con alguna dosis de romance, humor y drama. El género de capa y espada, entonces, acaparaba la atención, con aquellos héroes invencibles, románticos y luchadores de la justicia. La ciencia-ficción, sin estar a la saga, creó también sus propios héroes, y ahí nació, por ejemplo, “Las Aventuras de Flash Gordon”, indispensable antecedente para entender lo que vendrá en la década de los ochenta con “La Guerra de las Galaxias” y otras cintas que de alguna manera pretendían renovar el género volviendo a antiguas fórmulas. Si bien es cierto que los primeros en incursionar en este subgénero fueron los norteamericanos, los mexicanos, financiados por empresas como Paramount o Universal, que necesitaban llegar al público de habla hispana –considerando que en ese tiempo el “doblaje” casi no existía- crearon series adecuadas al estilo yanqui, con tramas truculentas, de románticos bandidos y héroes invencibles. El paso de la serie a la televisión no tardó en llegar, como consecuencia lógica de una industria en franco proceso de expansión, utilizando un medio cada vez más masivo y que, al contrario como se creía en ese tiempo, no competía con el cine. La época de oro de las series televisivas se dio en el mundo en la década de sesenta, cuando la familia se reunía para ver las peripecias de “El Zorro”, por ejemplo, producción Disney sobre el legendario enmascarado de la California española, llevado al cine en 1929 con Douglas Fairbanks.
Las aventuras eran un éxito seguro, y así nacieron series como “Tarzán”, otro éxito del cine, “El Llanero Solitario”, “Bonanza”, “Los Intocables”, “Ladrón sin Destino”, “Los Comandos de Garrison”, “Combate”, “Manix”, “Audacia es el Juego”, “Mi Bella Genio”, “La Hechizada”, “Bronco”, “Chayanne”, “La Diligencia”, “El Hombre del Rifle”, “La Isla de Gilligan”, “Perdidos en el Espacio”, “Viaje a las Estrellas”, “Alma de Acero”, “El Hombre del Maletín”, “Mi Marciano Favorito”, “Los Vengadores”, “Dos Tipos Audaces”, “El Santo”, “Misión Imposible”, y tantas otras series que no caben en una simple enumeración de una época caracterizada por la búsqueda de elementos de distracción a bajo costo, donde la familia era partícipe de ella, eje y motor de una industria que terminaría siendo un culto masivo y de añoranza. Si bien es cierto que el cine seguía siendo un “hermano mayor”, la serie renovó el lenguaje visual de toda una generación que se educó en ella y que, de no mediar el arrollador avance tecnológico, seguiría imperando en nuestras vidas con la misma vitalidad de entonces. Ahora, en pleno siglo XXI, cuando la tecnología ha desplazado a la humanidad a un puesto de usuarios compulsivos, se añoran esas tardes apacibles cuando la familia se reunía a ver las aventuras de sus héroes preferidos, envueltos en un mundo de fantasía, un mundo que, dadas las circunstancias normales de una época como la nuestra, está irremediable confinado al cajón de los recuerdos.



Bernardo Astudillo
Publicado en La Mancha número cuatro

11 de julio de 2008

POESÍA / Zara Bahdí




EL PERDIDO

En su silencio
con hilo letrario zurciré
sus palabras - mosaico
para armar un mapa
de sus pensares.
Y puedo dinamizar
este juego de silencios extraviados
y puedo hacer lúdica
la estantería de las dudas.
Ud. se ha quedado callado
y ha renunciado a los enunciados de la prensa rosa,
prensa amarillista
luego, prensa policial
luego, criminal.
Obituario.
A cambio, he tapizado el pueblo
con su rostro dibujado a pulso
sobre lo que me acuerdo de Ud.
sobre cómo sonaba su voz
o sobre cómo discurseaba Ud.
sus discursos PRE - elaborados
envasados
preservados.
Ud. se calla
y aún más, Ud. desaparece.
He perdido.
No mido, ni estimo lo perdido
o ¿se ha perdido Ud. y pulula extraviado
en este conventillo pueblerino?
Que la gente se desintegra
pasando a integrar
parte de las dudas (es verdad) .
Y las dudas son parte de las historias
y yo, con mi campaña (de carteles y panfletos)
de buscarlo,
no lo encontré
ni Ud. quiso ser encontrado
ni tal vez, le dieron las facilidades
ni me las dieron a mí
y tuvimos pánico escénico.
Ni se movió de su escritorio
ni puso todos lo huevos en la misma canasta.



Zara Bahdí
Publicado en La Mancha seis
Ilustración: Amanda

10 de julio de 2008

COMENTARIO / Marcial Heredia


FÁBULA EXTENSA DE LA CAMPESINA Y SUS GALLINAS
(O, a quién le venga el sayo, que se lo ponga)


E
sta era una vez, una campesina que en su tierra tenía gran cantidad de aves de corral. Un buen día, al mirar con atención su gallinero, se dio cuenta que estaba bastante a mal traer, entonces, se propuso arreglarlo y componerlo a tal punto, de que fuera cosa de admiración entre todos sus vecinos.
-Manos a la obra –se dijo, y con gran esmero limpió, pinto, transformó y modernizó su gallinero hasta que este fue cosa digna de admirar. Fue tanto así, que las propias gallinas se sintieron orgullosas de lo diferentes que las hacía ver a ellas en comparación con cualquier otro gallinero del lugar.
Por ejemplo: ya no tenían que escarbar la tierra en busca de los escurridizos granos de maíz, no señor. Ahora tenían modernos comederos donde la campesina les brindaba variedad de granos y potajes vitaminizados. Para hacer más grato este ambiente, puso en un rincón del gallinero un reloj “cucú”, en el que cada hora asomaba un hermoso gallo que dejaba escapar su “kikirikí” al son de la sinfonía n° 40 de Mozart; el resto del tiempo, emitía variados programas culturales.
Naturalmente, tales cambios tenían que producir efectos en las afortunadas criaturas, y estos se fueron manifestando de diferentes formas: primero que nada, les dio por aprender a dialogar y debatir cada noticia que escuchaban por la radio, y así, se llegó al extremo de que después de escuchar una charla sobre planificación familiar, La Castellana, líder delas ponedoras, se negó a poner huevos “sólo porque sí”, y así lo expresaba en apasionada arenga a sus plumosas compañeras:
- ...y es por respeto a nosotras mismas, que no debemos poner ni un solo huevo que no sea planificado y con el exclusivo fin de perpetuar nuestra especie. ¡No más gallinas objeto!
- ¡Bravo! ¡Hurra! ¡Eso es! – estas y otras exclamaciones coronaban el discurso de La Castellana.
Los pollos más jóvenes que antes jugaban y se peleaban en la búsqueda de un gordo y sabroso gusano, ahora se dedicaban a preparar intrincadas coreografías de baile, que eran representadas durante el programa “Los Diez Top del Momento”, que transmitía el radio-reloj-gallo de cinco a seis de la tarde.
Y sucedió que hasta un pequeño y solitario gallo de la pasión que vivía opacado por sus congéneres, comenzó a pasearse de un lado a otro con las alas en la espalda, discurriendo y formulando sesudas hipótesis a las más altas dudas filosóficas.
- Y bien – se decía – ¿de quién más puede ser el mérito de este cambio, sino, del individuo mismo? Porque... nada puede nacer de la nada, y si el saber se ha impuesto es porque siempre ha existido, y no porque alguien externo a nosotros lo haya decidido. Si somos lo que somos, es porque siempre lo hemos sido y, por lo tanto, no le debemos nada a nadie.
Así entre elevadas conjeturas y resoluciones transcurría su día, siendo el mayor motivo de admiración de todo el singular gallinero.
Día tras día, los vecinos de la comarca acudían a la casa de la campesina para ser testigos de las admirables aves. Y si bien, al principio no dejaban de alabar y felicitar a su dueña, con el tiempo, pasaban por su lado sin apenas mirarla y se dirigían directamente al gallinero.
Esto fue causa de gran despecho por parte de la campesina, quien herida en su orgullo por la “ingratitud” de sus aves y lo veleidoso de sus vecinos, esperó la oscuridad de la noche y escondida tras un rebozo, más premunida de herramientas, entró al gallinero y destruyó todos los adelantos y galanuras del lugar.
Las gallinas, adormiladas, no pudieron pensar nada más que un fuerte remezón asolaba el lugar y al llegar la aurora, y dejarles ver la magnitud del estropicio, no fueron capaces ni de cacarear. Incluso, el pequeño gallo de la pasión llegó a preguntarse si alguna vez había habido un cambio, o sólo lo había soñado.
A medio día, los asombrados vecinos que presenciaron lo acontecido, no podían entender cómo la dueña del gallinero parecía tan tranquila y relajada. Con una sonrisa de triunfo, la campesina se ufanaba de tener El Mejor Gallinero de Campo, rústico, fiel representante de las costumbres del lugar.
Por lo demás, como tiene que ser.

MARCIAL HEREDIA / QUILICURA / 2004 - 2008
Publicado en el medio virtual La Voz de la Impotencia
Ilustración: Romina Biassoni

4 de julio de 2008

POESÍA / Ariel Blümel Almendra




HUMILDAD


Dicen que el Hombre ignorante de entonces,
con profundo recogimiento
se arrodillaba bajo la catedral de la araucaria
a escuchar la prédica de la lluvia.

El corazón del Hombre ignorante de entonces
se abría como una semilla.
Sobre las hojas de los grandes helechos
la lluvia rompía en sinfonías.

Salía el sol.

Su oración,
con el vapor de la humedad
y el aroma de las flores,
subía al cielo como incienso.

Y así, el Hombre ignorante de entonces,
más que con pan y vino,
con humildad,
comulgaba con los cielos.

Ariel Blümel Almendra
Publicado en La Mancha número cinco.