LOS QUELTEHUES NO TIENEN LA CULPA
Los queltehues no tienen la culpa,
no fueron ellos los chamanes
del viento gris, la tensa lluvia.
Los queltehues no tienen la culpa,
no fueron ellos los chamanes
del viento gris, la tensa lluvia.
Al contrario, puedo verlos correteando nubes
mientras ordeno los ladrillos sobre el tejado,
las tablas rotas, el neumático fiel.
No pudieron ahuyentar a los portaviones
que encallaron en el pie de monte.
No tuvieron chance alguna de alejar
a las ballenas de la playa.
Es inútil arreglar la plancha volteada.
Elijo una olla bien grande
y la pongo
debajo
de la
cascada
latente.
Elijo una olla bien grande
y la pongo
debajo
de la
cascada
latente.
Giran los queltehues todavía
y abajo
los pichones gritan
porque ya
presienten
la muerte
en
y abajo
los pichones gritan
porque ya
presienten
la muerte
en
aguacero.
Rodrigo Suárez
Revista Literaria El Puñal
Publicado en La Mancha número once.
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