28 de septiembre de 2015

LARGA DISTANCIA / Sergio Omar Otero, desde Argentina







EL PODER DE LA PALABRA


Se engendró por culpa de un coitus interruptus mal calculado. Nueve meses se anduvo gestando en un vientre achatado por culpa de tanta faja y corsé para ocultar lo evidente. 
Lo llevaron a nacer en una gran ciudad donde todos son indiferentes y milagrosamente anónimos. Como no lo podían volver a esa capital de provincia donde el Obispo debía permanecer célibe y la maestra soltera ser soltera y virgen, unos atribulados abuelos se encargaron de criarlo. 

Desde los primeros balbuceos fue tartamudo. Se le aglomeraban las primeras silabas de todas las palabras, por eso no resultó extraño que lo apodaran el Tatarta. La humillación originada en ser el centro de las burlas, con el tiempo se fue transformando en bronca y odio. Más en odio, un odio vago hacia todo y todos. Razón, seguro no le faltaba.

Taciturno, a los treinta, un día quisieron asaltarlo. Tres tipos, uno de ellos armado, lo encerraron a la vuelta de la Iglesia y le exigieron plata. Justo lo que él no tenía, plata. Pero si tenía ahorrado bastante bronca y odio, y sin saber cómo, ese día decidió darlos de una vez por todas:”hijosunagranputaplatalesvoyadar, losvoyamolerapalos” les dijo al mismo tiempo que repartía trompadas a diestra y siniestra. 

Se asombró, no por las trompadas ni porque los tres salieran corriendo, sino porque el hijosunagranputaplatalesvoyadar le salió de una, sin tartamudear.
Miró hacia la Iglesia y le pareció que la puerta se cerraba detrás de un flaco pelilargo, pero no le dio importancia.


Desde ese día, no solo hablaba normal, sino que todo lo que decía era aceptado a pie juntilla; sus palabras convencían, lo que pedía se lo daban. Si bajo el pleno sol de diciembre se paraba en la calle y decía “Está lloviendo”, la gente abría sus paraguas; si entraba a un banco y pedía plata la tenía; si le gustaba una muchacha y la invitaba a tomar un café, aceptaba. No se le negaba nada. El Tatarta comenzó una nueva vida, sin hacer prácticamente nada, tenía todo, solo tenía que hablar y pedirlo.

Un día quiso ser Ingeniero, fue hasta la facultad y lo dijo: quiero ser Ingeniero, en veinte minutos le dieron el título. Nadie le preguntó nada. Otro día entro en una casa de venta de autos, y dijo que quería el rojo que estaba en el salón, a los diez minutos estaba manejando por la calle. Le era fácil la vida y lo fue fácil durante treinta y pico de años más. Lo tenía todo y no hacía nada, y nada era lo que se le negaba.

Como a esa altura ya no había abuelos atribulados, al Tatarta se le ocurrió que no sería mal idea estarse un tiempo con ese Obispo célibe y la maestra soltera y virgen. Así, como quien no quiere la cosa se fue hasta la capital de esa provincia una tardecita de otoño, llegó también como quien no quiere la cosa y lo primero que pidió fue estar con el Obispo.

Lástima, porque el Cementerio no tiene puertas de salida para los que ya se han ido.

La maestra, soltera y virgen, ahora estaba jubilada.


*****


Sergio Omar Otero
/ Nació en Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, en la patagonia argentina en 1951, Allí cursó sus estudios primarios y secundarios, cursando estudios Universitarios en Rosario donde se recibió de Politicólogo y en Buenos Aires donde tuvo el título de Abogado, profesiones ambas que ejerce. Su afición a la poesía y la narración nace con la adolescencia, El amor o desamor, las cuestiones sociales y lo cotidiano le resultan fuente de inspiración. Actualmente vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es miembro de Letras Kiltras.

22 de septiembre de 2015

POESÍA / América Comparini Salas, tres poemas

Munch, 1913, mujer desnuda llorando


LLORAR A LA MANERA DE GIRONDO

 
A Osvaldo U.

Llorar sin consuelo
llorar sin medida.
Llorar con las venas abiertas
llorar con los brazos abiertos.

Llorar boca arriba con los dientes apretados
llorarte boca abajo con el alma apretada
llorar de costado con el corazón goteando ausencias
de tu ausencia
llorar de pie en el escalofrío del recuerdo
llorar de espalda tu sombra indeleble
dibujada hasta en las flores de la colcha.

Llorar y llorarte
llorarte a gritos en la soledad del cuarto
llorarte mi precioso
llorarte mi hermoso
llorarte mi querubín
mi dulce
mi manjar.

Llorar tu boca
llorar tus labios
llorar tu palabra
tu poesía.
Llorar tu lengua
tu aroma.
Llorar tu olor
el ángulo de tu ingle y tu muslo.

Llorar y llorarte en la voz de Pavarotti y Carusso
llorarte en las gardenias cubanas que dejaste para mí
llorarte en el silencio de la noche
llorarte en el ruido de la calle
de las bocinas
de las risas.
Llorar por las noches
por no sentir el repicar sincopado de la lluvia en tus brazos.
Llorar los sábados, los domingos o cualquier día
leyendo tus cartas-poemas.

Llorar
Llorar
llorar
y llorarte en este desvarío
llorar en este malparido
en este puto duelo
llorar
llorar
llorar
llorarte hasta la eternidad.



ANTIPOEMA INCIVILIZADO


(A ti, más traidor que Tachito)

El ex-amante con voz muy educada dice:
"Ambos somos civilizados".
Nos saludamos cordialmente
cuando la ocasión lo amerita",
sujetándose la máscara social y los anteojos donjuanescos.

...Claro..obvio después de 20 años
cuando a ambos se les ha ajado el alma y la piel
...Cuando sus urgencias de macho
han disminuído a cero
y ya no necesita exhalar juramentos
ni escribirle poemas de amor
Mientras lo repite displicente
creyéndose "agiornado"
aferrado a su burguesa vida
de patriarca irreprochable.

Ella indignada
asumida a todo y nada
desde las sombras le grita
¡NO!
Así yo no soy civilizada
Así no soy civilizada
Así no soy civilizada

Porque aún
desnuda de maquillajes sociales
y sin artificios melosos,
¡respira la vida
el respeto por el próximo
cree en el amor del bueno!
Y "Siente" con mayúsculas y entre comillas.



ALLÍ

(A Osvaldo U.  en el 7° año de tu partida)


Quiero volver a morir
precisamente allí.
Cerrar los ojos
y recordarte cuando
se aproximen las últimas sombras.

Hubo un tiempo 
que nos cubrió el manto de la pobreza,
del desamparo
y no fuimos más que dos mendigos malqueridos,
pero nunca tan ricos y felices
como en aquella habitación desgreñada
antigua
de paredes descascaradas,
tablas crujientes y parchadas
iluminadas en los atardeceres
por sombras chinas
dibujadas con nuestras manos
o nuestros cuerpos desnudos.

El deseo y la pasión
incendiaban hasta los clavos de las cornisas
¡Todo ardía!......
Hasta don Jorge, nuestro vecino solitario
de la habitación contigua

El ciruelo curioso
que ascendía desde el jardín del primer piso
elevaba sus ramas, y estremecido 
entraba por la ventana.
La brisa de la tarde
desordenaba sus hojas
contándole las palabras de amor
que nos escuchaba,

Alegre, salpicaba de pequeños pétalos
la habitación encumbrada en el cielo
donde nos amábamos en presente
con todas las cartas sobre la mesa.
Por eso
ahora que han pasado los años
y tu emigraste a la eternidad,
solamente me queda este pequeño derecho
de morir allí,
recostada sobre los recuerdos
porque no quiero olvidar nada:
¡Nada!



*****


Enlaces relacionados:



20 de septiembre de 2015

POESÍA / Rosanna Arellano Guirao




MUJERES DE PECHOS DIMINUTOS

Vino un puñal entre tus pechos
disponiendo el racimo
del único deseo.

Sangre eres del día
miel de aromas virginales
abanderando al tiempo entre tus muslos.

Ave nacida
al gemir de tanta tierra
en noche desafiante hacia el plumaje.

Mujer de pecho diminuto,
del poderío al silencio, soy tu soldado,
hacia el manantial del sexo que promete.

Desafiante muchacha
que acaricias la soledad de tanta herida
permites generosa que hunda mi raíz de ausencia.

Parece un crimen
adueñarme de tu aire
y conducir el rayo virgen del mágico vuelo.



¿NO LLUEVE, VERDAD?

No tengo derecho a llorar
y como pájaro sin tiempo
escondo un salmo entre las alas.

Lluvia, dime,
¿A que sabe el cielo?
Mis alas se mojan y no subirán.

El silencio cae,
algo de vida aún late
mientras bebo mi copa de soledad.

¿No llueve, verdad?

Le pregunto al viento
si acaso las primicias del aire,
ayudan a sobrevolar el dolor.

Lluvia, dime,
¿Cantarás para mí como en mi infancia?
Ven, cíñete a mi piel y llévame contigo.

Llueve, llueve en mi solitario silencio.



UN HIJO NO DEBE MORIR

No sé si este llanto tiene alas, hijo mío.

A oscuras, cada noche, besas mi sollozo,
te guardas el escalofrío que recorre mi cuerpo.

Hoy, me he dado cuenta que has crecido,
tu mano en mi hombro, la tibieza de un beso
que suavemente ha rozado mi frente.

No, un hijo no debe morir y menos un día de lluvia.

La noche interminable donde sangra el dolor,
es como un látigo que azota mi horizonte.

Aquí estás, te sientas junto a mí,
el silencio se expande en mi pecho, hijo,
que fácil sería besar tu huella e ir contigo.

No volveré a contar cuanto me falta, ya lo sé.

Vivo, en la cálida humedad que deja el rocío,
pero estamos terminando junio y no llueve,
sólo hacia adentro, mil tormentas, hijo mío.

La luna nueva, dejó una aureola en nuestro árbol
y yo le até la poca de cordura que me queda.



CRUEL SILENCIO

Cruel silencio,
silencio sin panecillos de paz
que deja las almas exhaustas,
como ollas de pobre,
gastadas de tanto raspar
el fondo del mundo,
entre pucheros de miseria.

Miseria, pecado innecesario,
crudeza de todos los tiempos
mientras nosotros
los mismos panzones de siempre
hacemos fila interminable
en los infiernos
que acomodan tanto público.

Vuelas, hambre,
como un pájaro despistado
en patrias ciegas
que huelen a pescado
y seres atontados de fútbol,
sin enterarse
que les están pateando la cabeza.

Un perro ladra en la esquina
más próxima a tu boca,
necesita recomendaciones,
las paredes han sido invadidas
por grafiteros y no quedan árboles
donde mear, un domingo de ramos.
Entonces vomita un aullido.

¿Qué será de todos esos,
los que habitaban el limbo?
Dicen que vieron a la del pearcing
con maletas de vanidad
cargadas por sus otrora "compañeros"
y siguen huyendo de la lluvia
las mismas viejas de las casas de Nylon.

Existen las navajas de los despabilados,
repletan los andenes de la vida
con muñecas de trapo bajo el brazo.
Me han contado que los vieron
con camisa almidonada y colleras de oro,
los he visto bostezando sueños ajenos
en congresos del infierno.


Rossana Arellano
©Soldados del sistema

*****


Rossana Arellano Guirao / Santiago de Chile 1961. Estudios de Pedagogía en Biología y Ciencias , Universidad de Chile. Escritora, poeta , miembro de la Sociedad de Escritores de Chile y Cuenta Cuentos de Fundación Mustakis. Ha publicado: "Abróchame el Alma" (España 2009);"Bajo Río" Antología de poetas y narradores, (Edit. Mago Editores - Chile - 2009); "Versos Encadenados" (Edit. LOM - 2009);  "Sin Fronteras" México (Edit. Cartonera, 2010);  "Nuestro Horizonte un Poema" (Edición artesanal, Perú 2011);  "A Verso Abierto" (Edit. Sabor Artístico, Argentina 2012);  "Mata ki Te Rangi" (Edit. La Silla, Chile - 2012); "El Nido " (Editorial Mago, Chile 2012);  "Huellas" (Edit. Sabor Artístico, Antología Poetas y narradores 2012);  "Puente de Utopía" (Editorial ADL, Argentina – 2013).
Su trabajo poético ha sido musicalizado, plasmado en vídeos y difundido por escritores y artistas latinoamericanos y europeos a través de la Web. Algunos de sus poemas han sido traducidos al Rumano, Portugués, Alemán, Inglés, Francés, Catalán, en este idioma tiene preparada la edición de 60 poemas , para un libro que se llamará "De meus insomnis" cuya traducción ha sido realizada por la poeta Carmen Calvo. Barcelona - España.
Ha participado en Encuentros literarios de poesía y cuentos infantiles en Argentina - Biblioteca Nacional, Panamá - Biblioteca Nacional, Ernesto J. Castillero, México, Casa del Escritor y Centro Cultural Creciente - Ciudad de Puebla - Casa del Escritor - Cuernavaca y Jornada Literaria con Miembros y colaboradores de la Revista de La Pluma del Ganso - DF México - Perú, Casa del Escritor - Chile, Biblioteca Nacional - Casa de Neruda " La Chascona " - Santiago - "La Sebastiana" Valparaíso e Isla Negra - Centro Cultural Melipilla . homenaje al poeta Víctor Marín Calquín - Fundación Oscar Castro - Rancagua - Museo Gabriela Mistral - Vicuña - Coquimbo - Chile, etc...Organiza desde el año 2005 – Encuentros poéticos literarios a nivel nacional e internacionalGestora cultural y colaboradora en fomento lector, realiza concursos y encuentros poético-literarios.

Enlaces relacionados






7 de septiembre de 2015

POESÍA / Santiago Cavieres Korn







SOLICITUD DE EMPRÉSTITO


Empréstanos tu arca
viejo Noé.
Empréstanos tu arca.
No es el diluvio de aguas
que amenaza. Es todo lo contrario.
Ni es por cuarenta días ni cuarenta noches.
Es de siglos…
aunque todo se puede acabar en un minuto
con cierto invento atómico que me cuesta explicártelo.
Empréstanos tu arca viejo Noé.
Es que le ha dado por cortar los árboles
a la empresa privada.

De los cedros del Líbano ni hablar.
En Mesopotamia ya no existen los bosques.
No quisiera contarte lo que pasa en América.
Allí en el norte
con los árboles
talaron a los indios y a los búfalos.
Pocos quedan en Galia.
El Norte de África es un gran desierto.
Empréstanos tu arca
viejo Noé
pero sin intereses
pues si para construirla
pedimos a los bancos
(así se presta ahora)
tendremos que pagar
con las especies que salvamos.
Se trata de salvar los venados, viejo Noé,
al puma y al huemul, al cóndor,
al cisne blanco de cuello negro de Augusto Winter,
a los copihues rojos,
a los alerces y a las araucarias,
a las algas marinas, los mariscos,
también los jilgueros y las torcazas
y al tierno caracol,
las golondrinas, las estrellas de mar y las luciérnagas.
Y pare de contar.
Se trata de salvar la Pachamama,
se trata de salvar la Madre tierra.

Y queremos salvar a los olivos
para que cuando cese esta locura cósmica
la paloma regrese con la buena noticia

¡DEL REINO DE LA PAZ ENTRE LOS HOMBRES!


(Del libro Soledad y Trascendencia)



PATERNAL


Tenía muchos años
muchos años tenía cuando parí a mi padre.
Es el hijo que más he querido
por lo sumiso y por saberme comprender.
Me lo entregaron indefenso.
Le saqué los pañales y el calzón de goma.
Lo lavé y lo perfumé con agua de colonia
Y como le creció la barba lo afeité.
Luego me lo quitaron y me lo pusieron
en una cuna de madera negra
Y se lo llevaron.
Pasado el tiempo de las lágrimas estoy conforme.
Todos los hijos, al final, se van.


(Del libro Poesía al Paso)



Ambos textos están incluidos en la Antología Caballo de Fuego Treinta Escritores de Chile.


Santiago Cavieres Korn, junto a la poeta Albertina Mansilla.



 Santiago Cavieres Korn/ Nació en Talagante, Chile, 1930. Poeta reflexivo y trascendente, desde el Son Cautivo, libro de in poderoso ímpetu testimonial, donde aborda con fortuna las formas tradicionales. En sus libros posteriores están presentes: un clima nostálgico, la angustiosa conciencia del paso del tiempo y la evocación del lar familiar.
Ha sido presidente del Grupo Fuego de la Poesía, presidió la Corporación Artística Caballo de Fuego; integra el grupo de poesía encuentro y es socio de la Sociedad de Escritores de Chile.

Ha publicado los siguientes libros:  El Son Cautivo; Poesía al Paso; Clepsidra; De Soledad y Trascendencia; Poemas y Sonemas; Faro Indiscreto y Senescencia. Ha obtenido varios premios y reconocimientos en concursos y publicaciones. Muchas de sus creaciones literarias se encuentran presentes en antologías recientes, especialmente las del Frente de Afirmación Hispanista en México, y su capítulo chileno, sede Valparaíso.

1 de septiembre de 2015

NARRATIVA / Microcuentos de Mario Cáceres Contreras




EL OJO


Una de las cosas que atacaron mi curiosidad desde que las vi, fueron las puertas ubicadas en semicírculos, en la plazoleta, a los costados de la entrada principal del Cementerio General. Consultas en Internet y al administrador del cementerio, disminuyeron algo esta insistente inquietud. La respuesta es que fueron estacionamientos de las carrozas mortuorias, tiradas por caballos y utilizadas en épocas pasadas. Aún con esta información en mi poder me acerqué a investigar. Encontré unas puertas formidables provistas de grandes cerrojos. Mis genes boyeristas o mirones me incitaron a escudriñar por una de esas aberturas. Miré hacia todos lados y cuando nadie se percataba de mi intención, tomé esa ridícula posición del mirón y… mi ojo encontró al otro lado de la puerta otro ojo que me atisbaba sin pestañear. Fue tal el impacto, que aterricé con mi humanidad en el suelo, la respiración agitada y el corazón con las revoluciones a mil; escalofríos desde la cabeza a la punta de los pies. Más calmado me ubiqué en la puerta contigua,  y en un arranque de valentía, procedí a fisgonear. De nuevo el mismo ojo me espía sin pestañear.

Esta vez salí huyendo y marcando la señal de la cruz sobre mi pecho. Ese severo e inquisidor ojo, el iris de ese ojo que nunca olvidaré, era el de mi madre. Digo era, porque ella falleció hace doce años atrás…



OJO POR OJO…


El barrio en donde vivo es muy peligroso debido a los drogadictos y delincuentes juveniles capaces de asaltarte sin miramiento alguno. Es por esta razón que llevo en la sobaquera de electricista -junto a los alicates y destornilladores- una pistola para defender mi vida. Ayer, se presentó esa situación. El jefe de la pandilla me arrebató el bolso con mercadería que con mucho esfuerzo económico compré para mis hijos. El maldito además me amenazó, ubicando  el dedo medio y el índice sobre los ojos y con la otra mano un gesto de cortarme el cuello. Me indigné ante esos ademanes y porque  me quitara los alimentos para mi familia. Saqué la pistola y le descarrajé un tiro en una pierna y con el alicate le saqué parte de la dentadura. Me dí vuelta y enfrentando a los pandilleros, imité el gesto de los dedos sobre los ojos, un diente en el alicate y les grité: Está en la biblia: “ojo por ojo y diente por diente”.

Desde entonces me rehuyen con temor, y ahora en la pobla me apodaron “el bíblico”.



EN CADA MIRADA


Mi mujer dijo en una airada discusión por celos: Detrás de tu mirada de indignación me parece que siempre ocultas algo.

Para no continuar con la disputa, me encerré en el baño. Ya más tranquilo, me observé en el espejo, y esos ojos  ubicados en el vidrio le dieron la razón.




El MIRÓN, Mario Alfredo Cáceres Contreras