20 de mayo de 2014

EL LIBRERO de La Mancha / Y DESPUÉS VENDRÁ EL MAR, de Ana María Vieira





ALGO CONOCIDO EN LA TRISTEZA

                                                   A Patricia Carutti


Hay seres humanos que no mueren
aunque “todo podría morir tan fácilmente”

Ella ha partido en su barca desatada:
voz de sal
eco del viento
en búsqueda incesante del misterio
y la palabra

Todo lo deja hoy
todo se cierra
bajo la bóveda del verbo

No sé si es el fin del viaje o
para ti es el comienzo

Ahora que extrañas sombras
navegan sobre tu boca
tu  risa resuena fuerte
tal como siempre reías
un poco más solitaria

El espejo de tu canto
la lejanía de Itaca
el sol del Mediterráneo
el clamor de Konstantino

todo aquello que tú amaste

hijos
     sueños
         nubes
              mares

forman un gran coro griego
al alero de tu voz.





IGLESIA EN ETRÊTAT

                      sobre un cuadro de Monet


Junto al acantilado
una pequeña iglesia
abre sus puertas a la brisa
del mar que llega y salta

Dos árboles solitarios
custodian el paisaje

Allá lejos
los veleros se meces blancos
sobre las quietas aguas
Parecen tres nubes mansas
que navegan sin palabras

Campanas están llamando

Entremos
Entremos con el corazón limpio
Bajo este cielo de Francia.

*****



Del libro: “Y después vendrá el mar”  (Ediciones del Frente de afirmación Hispanista, A.C. México – Capítulo Chile, 2010)

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