SIEMPRE EN ÚLTIMO LUGAR
Tomó la micro como todas las mañanas. Combinó su vida y
cada minuto crucial con los carros del metro. Corrió por las escaleras hasta
entrar en el último vagón, siempre llegaba en último lugar a todas partes. Hoy
sería diferente, sería la primera víctima en portada. El choque fue brutal.
GRITO
Quería lanzar un grito, pero era probable que a la altura
de Plaza Italia no pudiera oírse, demasiadas consignas, tumulto y caos en la
superficie amordazarían su gesto vital. Quería lanzar un grito, sentir que su
garganta aún tenía voz. Cuarenta años barriendo el piso de la estación
Baquedano sin pronunciar su nombre. Cincuenta lavando y cocinando en casa por
las noches. Sesenta y cuatro susurrando sin haber lanzado un solo quejido, en
dos días más la jubilarían y sellarían su palabra para siempre.
MUDA
El tiempo multiplicó tu ausencia, ya no caminaban tus voces
por la habitación, me abrazaba absurdamente al recuerdo moribundo, porque tu
aroma se desdibujaba con el paso de los meses, y yo perdía mi voz llamándote.
Muda, aguardo que vuelvas a amordazar estas evocaciones.
TODO
Todo llegó para
abarcarme en universos e inmensidades. Ningún mito griego le mencionó dentro de
las deidades del Olimpo. Tampoco le encontré entre las leyendas del Sur de Chile
como ser sobrenatural que es. Todo aparece a su antojo cada 99 años,
dejándose ver por alguna ninfa que quiera anidar bajo su piel cuando está en
tierra y sobre su oleaje cuando decide transmutarse junto a las mareas. Todo,
prefiere que le llame así sólo cuando morimos entre las sábanas.
Ilustraciones de Zara Badhí ( Plástico Peñaloza)
Publicados en La Mancha Nº19 , PURO CUENTO.
1 comentario:
muy buenos!
Publicar un comentario