Ellas fueron fenicias a la hora del té,
endulzaban
sopesando el vaivén en su cuchara.
Té verde, amarillo, rosado para ellas
mientras velaban sus muslos y rodillas,
gota a gota el té fenecía para ellas
cuan atajos por la fiebre que yacía en sus canillas.
Atávicas, meandras y parduscas se dieron
con sus tazas de té en su cocina.
Ellas sabían de ese mundo.
Guardaban amuletos, perlas y portafolios,
cartas que escribieron para otros.
Nada las retuvo en este circo,
escupieron sobre pieles y sus discursos
majaban por las tardes,
no siempre a la hora del té.
Las tías
PabloDelgado U.
Crupo La Mancha
endulzaban
sopesando el vaivén en su cuchara.
Té verde, amarillo, rosado para ellas
mientras velaban sus muslos y rodillas,
gota a gota el té fenecía para ellas
cuan atajos por la fiebre que yacía en sus canillas.
Atávicas, meandras y parduscas se dieron
con sus tazas de té en su cocina.
Ellas sabían de ese mundo.
Guardaban amuletos, perlas y portafolios,
cartas que escribieron para otros.
Nada las retuvo en este circo,
escupieron sobre pieles y sus discursos
majaban por las tardes,
no siempre a la hora del té.
Las tías
PabloDelgado U.
Crupo La Mancha
Publicado en la Muestra Itinerante LOCALES
No hay comentarios:
Publicar un comentario