20 de febrero de 2012

POESÍA / Camilo Andrés Sarce.

"De desiertos" Carolina González Velásquez


PRIMER PASO EN EL DESIERTO


Se fue adentrando
el himno absoluto y certero, en el círculo infinito de estas extrañas plenitudes,
inmiscuyéndose en la gran transparencia,
del desierto y la iluminación del transcurso de las aguas.

El dolor ingenuo
de un levantamiento; mirar el sol y acariciar las manos por un momento.

No quiero recordar los intentos,
no quiero recordar los rostros pasados,
ni los otorgamientos, en la ignorancia del núcleo disuelto más allá del cuerpo e intuyo tus excitaciones,
El roce de dos piernas y nada,
La mirada no se torna un contrasentido.

Estoy cansado, del retorno a esta conciliación extraña y vacía
de todos los llantos en la inacabable extensión del desierto.
Temor, temor de mirar el orgasmo saliendo de tu boca y yendo a ninguna parte.

Y la fiebre de las reiteraciones,
de los cuerpos tocándose en el círculo,

una frescura demasiado grande e inocente,
un aroma de aguas en el río…
y reíste, cuando decidiste iniciar este tacto,
las gotas cayendo de los dedos y allá el viento soplando…

No hay una intensidad en la burla de la arena,
escucha los insultos de los niños jugando,
y sigue insistiendo la inocencia
en el llamado del ritmo gigantesco,
aquí,
en cada piedra del desierto el clamor insoportable.



VERDAD


Los fuegos se disuelven en sabores, sobre mi lengua los dolores humanos, sobre mi cuerpo la copulación del universo, gimiendo la maravillosa fantasía de los áureos confines; silencios, silencios diferentes. La música no oída sobre cada exaltación de la materia, tu piel oída en todos los clamores, tu piel acariciada por las olas mientras dormías, los llantos escuchados en la lejanía, los cantos con los cuales te emocionabas, todo aquello intentabas pronunciarlo, y mirabas. El desierto no cobijaba las heridas. Tus pies preciosos muriendo. Tus manos desapareciendo en la luz imaginaria. Te deseaba…te deseaba junto a mi pecho y tocaba tu nalgas y morías, morías. Tú, las llagas. Tú, las malditas llagas que no creía. Las miles de emociones acabando en la inicial melodía. Estúpidos susurros perdiéndose allá. Yo creí que te recostaste en mis brazos y reías. ¿A quien reías si yo miraba el cielo y pensaba en la infinidad? Creaba espacios sombríos y maravillosos llenos de secretos festines. ¿Tú escuchabas los gritos excitados tras la apariencia? Odiosas imágenes que fueron la carne, odiosas lluvias que empaparon los cuerpos en su danza alegre tratando de mutilar la agonía, las siluetas humanas en el bosque.






TRÓPICO


Porque cuando te abracé inocente,
todo el amor de mis ancestros te ceñía,
el roce de la lluvia sobre la montaña,
el diluvio entre la roca y los gritos.

El sexo hacia la tierra. La tierra negada,
la tierra silente,
estallando hacia dentro dormida.
La respiración del bosque, las aves en bandada.

Toda la fatiga del secreto disuelto, en cada sombra del boscaje. Mi ansia desapareciendo en la humedad
cayendo sobre la piel, el rocío/ desnudo el silencio que iba descendiendo/

que curioso/
en el bosque todo parecía extenderse con cuidado/
como un hálito eterno sobre la llanura/

un dolor ingenuo adentrándose en la sombra para llegar a lo abierto.

La luna acariciaba lo terrestre/ todo se tornaba de pronto tacto/ en la distancia de pronto muerte.

Frente a mí detenida la luna/ este es el principio de mi nada que se expande y acaricia/

acrisola/ la fiebre de lo intenso en un cuerpo/ en la sombra del bosque en la tarde.

El frío en las manos/ el ave desapareciendo en la luz/

Y atrás/ un rumor de infinito que me habla y no escucho/
Un adentro transparente que brota/
desnuda/
sumerge.



Camilo Sarce Reyes / Estudiante. Nace el 11 de Septiembre de 1992. En el 2006 publica una antología EL LECHO DEL CÉFIRO, junto a dos compañeras de taller literario. En Febrero del 2010 publica en la pagina web Pelagatos.cl el libro TRISTAZUL en formato digital. Actualmente vive en Maipú. 

3 comentarios:

Gino Ginoris dijo...

Mis respetos a la Revista.
Gracias por seguir descubriendonos poetas.

Unknown dijo...

Gracias a ti, por el tiempo y la palabra estampada. No olvides que estamos a la espera de "la revista".

Saludos!

P.D. ¿Y te leíste en PUERTA ABIERTA?

lichazul dijo...

Saludos Manchados!!!
Camilo es un poeta con un lenguaje riquísimo, sus trabajos son pulcros y llenos de exquisita belleza lírica, trabaja muy bien las imágenes y aunque es un jóven aún, Camilo lleva un duende que ya se quisieran muchos antiguos jajaja (broma)

Bien por este excompañero de taller!!!
besitos todos