3 de noviembre de 2011

POESÍA / Rosario González Vera





APOTEOSIS EN FA

Un acorde de Beethoven
juega en el silencio

me miras con las manos de mí llenas

tu nombre me llama acoplado al mío
desvistiendo metáforas en el mediodía

se multiplican en tus ojos
las hojas del verano

en tus versos cantados por tu boca
se prolonga tu vientre en mi vientre.





Lectura en la  presentación La Mancha # 18


CERTEZA

No digas que fue un sueño
porque hubo una mujer y un hombre
detràs de los cortinajes
preparados para la escena.

Fueron cayendo,
entre las sombras
y el fulgor
que atravesaba la noche,
fueron cayendo
las cosas que nos ataban
para dejarnos libres;
las ropas,
las penas,
el miedo primitivo
y alguna tristeza
que temblaba en el deseo.

Estuvimos asì,
sumergidos,
sin saber dònde
se hallaba el aire
ni el lìmite
ni el tiempo.

No digas que fue un sueño
porque hubo una mujer y un hombre.


ROSARIO GONZÁLEZ VERA


2 comentarios:

Morgana dijo...

Rosario:

Me encanta leer poemas donde dialogan las actitudes del hablante, encntrándose túes y míes entre las melodías de un cello, piano, el viento, la mar...

hemany dijo...

Queda en mis sentidos un último acorde, quizás de "Claro de luna"...
hermoso.