3 de octubre de 2011

NOTICIANDO/ " Maldigo el paraíso de tu abandono", de Margarita Bustos



En el Salón Rojo, Valparaíso, se llevó a cabo el lanzamiento de "Maldigo el paraíso de tu abandono", de Margarita Bustos C. Esta publicación, bajo el sello de Ediciones Puerto Alegre, es la presentación formal de la autora como poeta, y fue excelentemente recibida por quienes desde mucho aguardaban esta primera entrega.

Nosotros, los "manchados", fuimos parte de este significativo momento, y como siempre que cubrimos algún evento, traemos algo de ello para compartir con ustedes: un comentario al respecto de Amanda Espejo y un bolsón de imágenes para que puedan ingresar de manera virtual al hermoso espacio del Salón Rojo y revivir con vuestra presencia junto a Margarita lo allí ocurrido. ¡Buen viaje!


Comentario al texto de Margarita Bustos "MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO".


No vamos.
A partir de una negación tan simple como absoluta e imposible de soslayar durante toda la lectura de este texto, Margarita Bustos Castillo nos sumerge sin más aprontes en un viaje encadenado a través del mudo mundo de sus emociones, donde cada eslabón es, al mismo tiempo, parte y (a )parte de este compendio poético que hoy nos llega para estremecer en forma sutil hasta los espacios más desconocidos dentro de nuestra intimidad. Cuerpo y mente. Materia y espíritu indivisibles y a dúo en esta madeja de lenguaje que se desarma en cada vuelta y se plasma de página en página así, de a poco, una entrega por cada aliento, o giro, o suspiro interior que se ahoga y enrabia por salir a flote.

“Sabemos que toda salida es hacia adentro”, manifiesta plena de sabiduría Margarita
en una de sus acepciones, conclusión que demuestra a cabalidad, la importancia del mundo interior tras cada acto realizado en la superficie.

Imposible de eludir el sentimiento de pérdida que domina las indistintas voces de las que se vale la poeta para dar cuenta de su tragedia. Sentimiento que, a la vez, hace deambular a la hablante en un incesante cambio de actitud: ya describiendo la magnitud de su estado, ya interpelando al objeto de su (des)amor, ya desfalleciendo, ya reviviendo. Por medio de palabras medidas y escogidas con una acuciosidad que nos trae reminiscencias del arte oriental, esta voz cambia de estado, sitio y condición con la permisividad que sólo puede dar la virtud de la poesía.





Una voz sin sexo, a la par que singularmente erotizante, se desgarra entre los ecos del silencio, perdida entre los mundos del desvarío y lo real. Siempre “al borde de”, esta “ser” flota, intenta y se deja estar entre la bruma de una historia que no pudo ser, y la fascinación tortuosa de permanecer en “lo deseado”. Esta permanencia ingrávida subsiste suspendida al borde de acantilados imaginarios (símbolos, quizás, de la destrucción final), siendo este concepto el que mejor describe un sentimiento repetitivo a lo largo del desarrollo de todo el poema. La ausencia del complemento anhelado sumerge todo sentido en el vacío; desde allí la voz remonta en forma de palabras nacidas de las entrañas.

Esta “ser” mutante se percibe dual, y hasta de más voces conjuntas, las que pueden llegar, según la sensibilidad del lector, a multiplicarse hasta la infinidad. Es el todo y la nada; lo que fluye y lo que subyace; lo que duele y lo que se goza. La ondulante “ser”, que de pronto interpela al objeto amado sin subterfugios, en lengua directa, con la inocencia (o audacia) que otorga la claridad del concepto: “Sé mi umbral (…)”, o “Degústame con la extravagancia de la desnudez (…)”. “Anticipa las pausas (…)”, o “Redime mis pensamientos (…)”, y en cada una de estas sugerentes invitaciones, late el empeño insistente de lograr, aunque sea en el último instante, la concreción del anhelo principal: la posibilidad de haber ido, que no es otra cosa que haber sido. Una forma más de las miles que hay para confirmar el logro más importante de todo ser humano, esto es, la confirmación viva de nuestra existencia. Y …¿qué modo más auténtico de hacerlo, que atreviéndose a enfrentar las descargas del deseo y el dolor de la pérdida? En esta, su primigenia entrega, Margarita Bustos nos invita a revivir la importancia de hacerlo.

Lanzamiento de Margarita Bustos - Valparaíso - 2001

Amanda Espejo
Mayo / 2011

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El día (la noche) del lanzamiento del libro inicial de los textos de Margarita, estuve en mesa y mesa merodeando cual mimetizada mujer entre el gentio. Valparaíso, para mi es más que bruma y boemia pueril, es todo y nada para una noche.
Lo grato fue que Maldigo el Paraíso de tu Abandono me produjo un gran regocijo y desde allí redescubrí el talento literario que posee esta poeta.
No es primera vez que me encuentro con sus lecturas, siempre estoy en uno y otro lugar donde sabe a copas y poesía.
Sigo en su busca y al parecer Margarita Bustos contiene los elementos para que se siga leyendo. Mi diario de vida lo dirá.
Ema J.

BustaXo dijo...

Hermoso lugar, hermoso libro.
No conozco mucho de poesía, pero me encantó el libro, espero que éste sea el primer vuelo de muchos que vendrán y la inspiración siga llegando a esta gran poetisa