9 de agosto de 2008

POESÍA / Cristhian Téllez




LLEMILAO

Su triciclo lechero quedo varado a la rada de la cantina.
Embriagado se alejó a tumbos por la empedrada senda.

Era rojo, encorvado, tosco, de pelo negro por constante mojado.

Pese a vivir infancias paralelas, nunca jugamos a la pelota
No supe su origen, era de hablar corto y sonrisa escasa.

Los Mapuches que he conocido son pocos, todos aguerridos

El primero un Lautaro con cintillo de cuero, ojos claros y torso perfecto
Protagonista en una producción franco hispana de “La Araucana”

Otro de bronce, se yergue altivo tras las escalinatas del Santa Lucia.

Los restantes ilustraban láminas de historia en el Mundicrom
Colo-Colo, Lautaro, Caupolican, Galvarino, todos aguerridos

¡Llemilao no!

Creció entre riñas callejeras,
No perdió nada pues nunca ganó,

Su cuerpo a tientas buscó barro en el barro,
El vidrio inerte blanquirojo de sus ojos
No encontró montañas amables en el horizonte

Por una eternidad arrastró el triciclo,
Por una eternidad lo arrastró el triciclo.
Sus sueños no murieron, nunca soñó

En el ocaso su cuerpo desplomado yace bajo la lluvia

Una pena milenaria empujó vanamente sus huesos hacia la tierra,
Al Arauco que no conoció en pos del canelo donde reposar.




Cristhian Téllez

Publicado en La Mancha número once
Fotografía suministrada por el autor.

2 comentarios:

lichazul dijo...

simplemente conmovedor!!!

felicitaciones

elisa

lichazul dijo...

un recado para cristhian téllez
le dejo una dirección de una amiga maravillosa visionara en su cosmovisión

http://www.blogger.com/profile/11430710665553367300

dueña de tres blogs que hay que leer
y sobretodo abrir la mente

ojalá que todos los de este colectivo también se interesen por abrir más sus cuadernos y puedan salir a navegar por estos pixeles
el horizonte es mucho más espacioso

un saludo de paz
pa'toditos