SIMPLEMENTE ALEGRÍA
L a sonrisa de los niños
¡Alegría!
La inteligencia que se desflora en llamas
el amor incondicional, el amor fraterno
la amistad gota a gota cultivada.
El alma ebria de flores y ternuras
¡Alegría!
Los besos de las brisas a las hojas del mundo,
el aliento de la tierra,
los plácidos murmullos de la callada selva
y de la madre el vientre pleno
los plácidos murmullos de la callada selva
y de la madre el vientre pleno
que acaricia en dulce devaneo.
¡Alegría!
¡Alegría!
La confianza, la pasión y los placeres,
el suspiro de las olas al fundirse con la espuma.
Tu voz, tu piel, tu luz, tu alegría y la mía,
la presencia del cielo con su copa de frescura.
La alegría camina descalza
el suspiro de las olas al fundirse con la espuma.
Tu voz, tu piel, tu luz, tu alegría y la mía,
la presencia del cielo con su copa de frescura.
La alegría camina descalza
por la orilla de un mar imaginario
y luego, se descuelga intangible,
como un racimo blanco de la luna.
No obstante, bien preciado, a sus ojos y a los míos
mi señora Alegría...
ven a regarme siempre de un poquito
y luego, se descuelga intangible,
como un racimo blanco de la luna.
No obstante, bien preciado, a sus ojos y a los míos
mi señora Alegría...
ven a regarme siempre de un poquito
o de un mucho de alegría.
Nancy Ramírez
Publicado en La Mancha número diez.
Dibujo: libro Pehuén
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