“De cuello y corbata, es un libro de poemas contingentes a la
realidad actual en diversos planos d la vida, destacándose lo social y lo
político. Es una metáfora que nos conecta con la vida actual y cotidiana, donde
se debaten temas, se descalifica y se discrimina de diversas formas; donde la
ética pierde sentido y se confunden y trivializan valores humanos esenciales a
través de la manipulación del lenguaje, tornándolo ambiguo confuso.
El libro está organizado en dos partes que tratan de
representar las dos caras de una misma moneda, como el ying y el yang de la
existencia. Por una parte, la imagen crítica, desde la perspectiva ética y de
los antivalores que predominan, y sobre los cuales, no tomamos conciencia. Y
por otra, una visión más esperanzadora, de que es posible actuar con menos
individualismo, más integración, solidaridad, para hacer de la vida un lugar digno
y con más belleza para todos”.
Editorial Amanuense
Chile
PASEO VIRTUAL
Como si fuera
una realidad
sin moverte de tu casa
con un solo
click
la ciudad te visita
con sus paseos
peatonales,
sus iglesias y museos,
sus mercados y
edificios,
sus parques y cerros.
La ciudad entra a tu morada,
auténtica,
transparente,
con su esplendor,
su aire
contaminado,
su congestión vehicular,
sus bocinazos,
el Transantiago y el Metro,
“la carreta delante delos bueyes”.
Estamos trabajando para usted.
¡Precaución!
¡Ten cuidado!
¡Manos arriba!
¡Esto es
un asalto!
(Página 21)
DOS ÁRBOLES CONVERSAN EN MI CABEZA
Dos árboles del bosque nativo
conversan en su
idioma de pájaros,
en su lengua de helechos y nalcas.
Entre ellos
un río toca su
arpa
reparte sus sonidos en armonía cósmica.
Dos árboles son cientos,
como una marcha
al infinito
conversan asentados en mi cabeza.
Hago silencio
para aprender su idioma.
Ellos saben el
mío,
lo que dicen los hombres, no es lo que hacen.
El de ellos es
diáfano para mis oídos.
Cantan danzan duermen ríen
cuatro acordes
en su lengua
tierra agua aire sol, sin gramática.
Rosa de los
vientos,
no se pierden ni equivocan
no corren ni compiten.
Pájaros que no van al mol a renovar sus plumas
ni a comprar un
rayo de sol
ni al supermercado, para que una brisa mueva sus hojas,
Dos árboles en mi cabeza
sin dinero en
los bolsillos
no se les ocurre vender tierra de hojas
ni patentar sus
semillas,
ni envasar su microclima.
ni instalar
una represa.
Dos árboles en mi cabeza
hablan
un idioma de otro mundo.
(Páginas 41 – 42)
SUBSIDIO BÁSICO
Nací pájaro, larva
capullo, brote.
Hace tiempo, tanto,
como la edad de
los nidos,
la data del barro.
Comencé a construir mi casa,
un techo seria el
comienzo
un techo sin techo
donde cupiesen
mis sueños.
Mi casa, sin dueño,
se la llevaba el
agua, el fuego
o el viento.
Y no quedaban huellas
como si no
hubiese nacido.
Tarea ardua cociendo el barro,
tallando
piedras, labrando tierra
torneando madera.
Primer techo mirando las estrellas.
La lluvia
repiqueteaba,
más profundo el sueño.
Las medidas justas, las mismas siempre
mi sitio
en ninguna parte se llenó de espacios
como uno mismo.
Es el lugar de cada cosa, mi casa,
murallas como
hierbas,
puertas siempre abiertas,
ventanas, con mis manos
para salir de mi encierro.
Se fue llenando de objetos y piezas
sombras,
fantasmas
interior sin muros externos.
No tuve muebles,
planté árboles y
pensamientos
para llenar
los vacíos.
Aprendí a leer la lluvia
el viento, el
trueno.
El agua fue libro libre,
aprendí a leer
en su corriente.
Cada objeto, taza mesa cama
silla lápiz
piedra
fue una página.
Con los pies en la tierra,
en mi vista, el techo
de mi casa
tejido de
agujeros
cada vez más alto.
Postulé al subsidio básico,
tantos años
afanando.
Todavía no me sale.
Es tan poco y mucho, donde quepan
nada más que mis sueños.
(Páginas 54 – 55)
Amante Eledín Parraguez Lizana
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