Tiempo hacia el silencio
Ha traído zozobras e inquietudes. (Por supuesto que
diferentes a las de la vida cotidiana: éstas son distintas).
Al principio traté de encontrar razones lógicas. La
mente racional con formación ingenieril obliga
a respuestas que reflejen tus conocimientos.
He permanecido expectante y observo constantemente la
bóveda celeste.
Aquello ha provocado que el silencio se prolongue en una nota
aguda y distante, los minutos nos parecen cada vez más lentos, como si se
frenaran unos a otros y quisieran detenerse; solo quedan las inquietudes
golpeando la caja mecánica del reloj.
Ha ingresado en mis vecinos, en la población, en las
gentes que circulan por las calles; sus rostros parecen marcados y sus ojos,
parecen muy tristes, atormentados.
El gato se mantiene inmóvil, expectante, no a la rata
que chilla en el tejado, sino a eso…
Los zorzales ya no apoyan sus cabezas en las paredes
de la tierra buscando al gusano, las mueven a un lugar indeterminado y esperan…
Las cosas inanimadas que viven en la soledad de los sin vida
parecen impacientes. Ha traspasados las ondas de los aparatos electrónicos y
las comunicaciones se inquietan y no dicen nada.
Los ruidos mundanos cubiertos y tienden lentamente al
silencio. Solo el viento ulula y gime en los aleros. Mi mujer me observa y
solicita una explicación con el lenguaje corporal y la mirada.
Ahora ha tocado a los árboles, el tronco, las hojas y
las flores vuelven sus miles de ojos
impacientes.
A su vez, aquello
nos había observado, como si hubiese tomado una decisión. Y eso, por instantes
nos hacía sentirnos mejor. Pero allí estaba dominando las estaciones de todos
los años.
Permanecíamos consientes que no era ninguna atracción
turística: domina las mentes de las cosas vivas y de las creadas por el hombre.
El día se hizo más brillante y un niño salió en busca
de su pelota, miró hacia arriba y sonrió.
Y esperan, espero, esperamos sin miedo a aquello, eso temido en lo más profundo, sonriendo en una confianza incierta, deseando abrir nuestras conciencias, un
perdón o la llegada de todo lo que nunca logramos.
Oteamos hacia el espacio que se mantiene diáfano, pero
a su vez, inquieto…
Mario Cáceres Contreras
1 comentario:
Perfecto Amanda. El arte de la comunicación lo dominas muy bien. Este relato se refiere al sujeto indeterminado, quizás un poco a la teoría del icberg, el narrador insinúa y el lector...
Gracias de nuevo.
Mario Cáceres Contreras.
Publicar un comentario