20 de julio de 2012

NARRATIVA / Microcuentos de José Eduardo Chávez (Arjex)





Pienso  41


Una vez leí que se le llama "pienso" al forraje para las vacas. Entonces comprendí porque las vacas no venden su propia leche, ni hacen sus propios quesos, porque se pasan todo el día rumiando sus pensamientos sin hacer nada más.





Milagro  43



Él lo dijo, sus obras serían un portento de Dios, así serían sus pinturas. Para ser sinceros, nadie le creyó hasta que vieron como milagrosamente sus horribles bosquejos levitaban en el aire, mientras el rezaba en la esquina de la sala de exposición.




Tr3s  87



Tr3s, ésas fueron la cantidad de veces que te pedí matrimonio y la misma cantidad de respuestas negativas. Y ahora vienes al t3rcer día de mi feliz boda y golpeas tr3s veces mi puerta sin respuesta, luego llamas en tr3s oportunidades a mi teléfono y las tr3s veces te contestan que ya no vivo ahí, y luego llamas a tr3s de mis antiguos amigos y el t3rc3ro de ellos te dio nuevo celular, y yo, por t3rc3ra vez, te repito que quiero que seas mi t3rc3ra esposa.






Petulancia  88



Es bien conocida la petulancia del conejo, así como su fertilidad, pero su vanidad llega a límites insospechados cuando hablas sobre chocolates con uno, es tal su fantoche y falso discurso de experto que dan ganas de meterle un paquete entero de zanahorias por el hocico y huevitos de chocolate por las orejas. Pero no vale la pena, porque ¿Cómo le haces entender a un engreído animal que los huevitos de chocolate NO los ponen gallinas negras alimentadas con azúcar rubia, cuando él, está completamente convencido de esto?



El Concertista  83



El siempre quiso ser concertista de piano, pero nunca tuvo dedos, ni manos, ni siquiera piernas para el piano. Pero ganas, ésas nunca le faltaron y fue así como a los cincuenta años dio su primer concierto solista y fue presenciado por los más grandes ejecutantes de la época, qué en medio de la presentación lo aplaudieron de pie y al final de ésta, de rodillas. Nadie lo podía creer, especialmente al ver que no tenía dedos, manos, ni pies para el piano.





Gaznápiro  44



¡Gaznápiro!, eso me gritó mi profesora de castellano al pillarme metiéndole unos chubis al Pato en la nariz, ni siquiera supe que me había insultado hasta que muchísimos años después, vi el significado de la palabra en un libro de mi hija más chica.









Textos e ilustraciones de ARJEX
Publicados en La Mancha # 19 - especial PURO CUENTO.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

José: excelentes microcuentos en que juegas acertivamente con la ironía. Conversamos sobre ellos en la ceremonia de Puro Cuento, y creo que muy pronto veremos algunA de tus creaciones narrativas en las estaciones del Metro. Santiagoen100palabras tiene fija la mirada en JOSÉ.
Felicitaciones y un afectuoso abrazo al colega ingeniero de la USACH.
Mario Cáceres Contreras
Finalista en Santiagoen100palabras 2012

arjex dijo...

Como siempre, gracias por la oportunidad de crear.
Cariños a todos los manchados.

Gino Ginoris dijo...

Interesante voz.