SANTIAGO: "Este lunes a los 93 años falleció Gonzalo Rojas, destacado poeta y Premio Nacional de Literatura, aquejado por un accidente cerebrovascular sufrido el pasado 22 de febrero.
Tras permanecer bajo un delicado estado de salud el literato fue atendido en su casa de Chillán, hasta que el pasado 12 de marzo fue trasladado a un centro asistencial de Santiago, donde finalmente falleció a las 6:15 de este lunes, acompañado por su familia, informó su hijo Gonzalo Rojas-May".
Con este y otros encabezados similares se extiende por el mundo la triste aunque esperada noticia. El poeta ha muerto, y no vale la pena hacer aquí un resumen de su biografía: las hay por miles. Hemos preferido reeditar una entrada de este mismo blog en honor al gran Gonzalo (por mucho, mi poeta favorito), y a la vez, regalarles la lectura de uno de sus poemas más estremecedores: DESDE ABAJO.
CARTA A GONZALO
Me han cedido estas páginas, exactamente dos carillas para que hable sobre ti.
¿Cómo puedo contenerte en tan corto espacio?
Creo que por hoy, los hitos de tu biografía y la enumeración cronológica de tus premios, se quedarán guardados en la gaveta de la memoria. He de concentrarme en el meollo del asunto: lo que se produce en mí, al ver ante mis ojos el logrado mosaico de tus palabras.
Escucha, Gonzalo, hijo de Lebu...¡bendito seas entre todos los poetas!
Porque aún siendo niño, intuíste el modo de borrar de tu cielo las nubes de hollín, y asombrado, soplaste... soplaste un sususrro de palabras frescas que se remontó en el aire y se hizo imagen.
Porque haciendo uso de tu libre albedrío, no tuviste empacho en cortar amarras y caminar tu propia senda bajo el candil de tus sentidos, sin perder ni por un momento, la certeza de la fragilidad e indefensión del hombre frente a lo infinito.
Porque convertiste a tu voz las preguntas universales de todos los hombres y mujeres conscientes, heredándonos la experiencia de tu propia búsqueda.
Porque no te bastó con escuchar el canto de las caracolas... tú ascendiste y descendiste, te diste licencia para volar con el viento y para cavar hasta lo más profundo de la tierra y del SER mismo.
Porque se me nublan los ojos cuando junto a ti, también veo a tu padre, espejismo de muerte... montado, bajo la lluvia... (es un olor a caballo mojado...) mirando a través de ti, sin poder verte.
Porque tu madre, Celia, también es la mía mientras recorro a tu lado la historia viva de su muerte. Soy una entre los siete... y me lloro... y la lloro junto contigo.
Porque nadie como tú ha sanido conciliar en su canto el concepto de lo opuesto: y te rehaces una y otra vez de cuerpo y espíritu, entre la vida y la muerte, al filo de lo profano y lo sagrado, desechando cualquier tipo de discriminación.
Porque con ello has logrado que tu obra sea el reflejo perfecto de las esencias, en donde lo masculino y femenino postergan sus diferencias. Y es por eso que éstas, mis palabras, desafiando cualquier argumento de forma, de espacio y de tiempo, hoy apuestan por ti.
Amanda Espejo
Publicado en La Mancha número tres.
De su obra:
DESDE ABAJO
Entonces, nos colgaron de los pies,
nos sacaron la sangre por los ojos.
Con un cuchillo
nos marcaron el lomo,
yo soy el número 25.033.
Nos pidieron
dulcemente
casi al oído
que gritáramos
viva no sé quién.
Lo demás
son estas piedras que nos tapan, el viento.
GONZALO ROJAS
3 comentarios:
Hoy murió mi amigo y poeta Gonzalo Rojas con quien participé en varios países y subimos 2 fotografías ya históricas con él, por favor míralas en: www.fundib.org
Cariños,
THEO
Theodoro Elssaca
Escritor y Artista Visual
PRESIDENTE
Fundación IberoAmericana
Artes - Letras - Ciencias
www.elssaca.cl
Hola. Como siempre, la muerte nos deja huérfanos de una manera u otra. No se puede esperar que las grandes personas pervivan por sobre toda la raza humana. Si fuera así, aún conviviríamos con un Goethe o un Shakespeare, pero eso es pedir demasiado. Creo que ninguno de nosotros se acordaba mucho de Gonzalo Rojas hasta que se supo que había muerto. Entonces surge una pregunta: ¿y no había muerto? Eso sucede también con Parra. Cuando murió Bolaño muchos dijeron: ¿murió Chespirito? Pocos sabían de un Roberto Bolaño novelista; todo conocían a Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Las cosas de la vida. Es más fácil acordarse de lo sencillo y cotidiano que aquello que nos engrandece como país.
Bueno, ahora vienen los reconocimientos, los programas especiales, lo "bueno que era" aunque muchos no tengan idea de qué escribió.
¿Qué se ama cuando se ama aquello que la muerte se llevó?
El "viejo mañoso del sur" te dejó a tí, a mi, a todos. Pero, por sobre todo, a él mismo.
Como dijo Bukosvski refiriéndose a Dios: "He creado demasiados poetas, pero poca poesía".
Nos vemos mañana.
Mira entre las nubes, mira en la plateada sonrisa del río, mira a quién corretea a los pájaros del mar. Mira en el fondo de las aguas. Mira en la negra roca de Lota. Mira al caballo esdrújula en que cabalga el huaso con la manta cubierta de hollín. Mira al amador de 300 y más mujeres. Mira al gran Gonzalo Rojas en su partida al paraíso de los poetas.
Mario Cáceres
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