PERO, OTRO MUNDO ES POSIBLE.
(Texto leído en el Encuentro de los Pobres de Brasil)
Piecesitos de niño
Azulosos de frío
¡Cómo os ven y no os cubren Dios mío!
Gabriela Mistral
Nadie te llama pequeño,
no piensan en prepararte
a dormir y que descanses
de vivir días enteros.
Tú, del mundo eres dueño,
quién más sino tú, de trinos,
de verdores, de racimos,
del vozarrón de los mares,
de acariciar esas calles
con piecesitos de niño.
El arroró muy ausente
canción de cuna no oyes,
eres atleta que corres
países y continentes.
Es el lejano oriente
inicio del desafío
de vivir por ser nacido;
tu capricho y antojo
no es color de piel ni ojos:
pies azulosos de frío.
En Brasil, un amanecer
te despertaron mis pasos,
no aceptabas mis brazos
por algo debías temer.
Capullo que al florecer
te va faltando la lumbre
vas creciendo en la costumbre
de soledad en tus días.
La ofrenda de tu vida…
¡Cómo os ven y no os cubren!
Buenos Aires, Lima, Santiago,
muestran tus pupilas bellas
reflejando las estrellas
al fondo del desamparo,
de tu rostro demacrado
arrullado por el río,
platinado por el frío.
Criatura que dormitas
perdona que yo repita
¡Dios mío, Dios mío!
Como un espino silvestre
cuida tu arboladura,
así tu corteza dura
su desarrollo defiende.
de enero a Diciembre
vas luciendo las espinas,
por pasajes y esquinas
esquivas la adversidad.
A ti, Patria y Sociedad
son dos madres que castigan.
(Texto leído en el Encuentro de los Pobres de Brasil)
Piecesitos de niño
Azulosos de frío
¡Cómo os ven y no os cubren Dios mío!
Gabriela Mistral
Nadie te llama pequeño,
no piensan en prepararte
a dormir y que descanses
de vivir días enteros.
Tú, del mundo eres dueño,
quién más sino tú, de trinos,
de verdores, de racimos,
del vozarrón de los mares,
de acariciar esas calles
con piecesitos de niño.
El arroró muy ausente
canción de cuna no oyes,
eres atleta que corres
países y continentes.
Es el lejano oriente
inicio del desafío
de vivir por ser nacido;
tu capricho y antojo
no es color de piel ni ojos:
pies azulosos de frío.
En Brasil, un amanecer
te despertaron mis pasos,
no aceptabas mis brazos
por algo debías temer.
Capullo que al florecer
te va faltando la lumbre
vas creciendo en la costumbre
de soledad en tus días.
La ofrenda de tu vida…
¡Cómo os ven y no os cubren!
Buenos Aires, Lima, Santiago,
muestran tus pupilas bellas
reflejando las estrellas
al fondo del desamparo,
de tu rostro demacrado
arrullado por el río,
platinado por el frío.
Criatura que dormitas
perdona que yo repita
¡Dios mío, Dios mío!
Como un espino silvestre
cuida tu arboladura,
así tu corteza dura
su desarrollo defiende.
de enero a Diciembre
vas luciendo las espinas,
por pasajes y esquinas
esquivas la adversidad.
A ti, Patria y Sociedad
son dos madres que castigan.
Gricelda Nuñez
LA BATUCANA
Publicado en La Mancha diez.
Ilustración: Amanda
2 comentarios:
y pensar que estuvo en páginas de diarios y comentarios en la TV faránduleros en épocas pasadas,
la batucana , su pluma con estelas de labranza y mortificaciones se funde en un diálogo precioso con versos de mi Idola (la Mistral)
Un abracito de paz
desde este otro lado del Gran Santiago
elisa
Thanks for publishing this article.
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