Ayer, junto a Nancy Molina decidimos enfilar los pasos hasta la Biblioteca Nacional, concretamente, a la sala Alonso Ercilla (¡bellísima!)en donde se realizó la presentación del libro ANIMAL CAUTIVO, de Lila Calderón. Este acto estuvo presentado por el artista visual Mauricio Vico y por el poeta Gonzalo Contreras, quien sabiamente anticipó parte de cada tema que la autora desmenuza en esta publicación. Luego, Lila presentó a Omar Ponce y comenzó su lectura.
Hemos estado, afortunadamente, en muchas y variadas lecturas y presentaciones de libros, y en cada una de ellas hay elementos a resaltar y otros, a perfeccionar. Esta vez, primera en que escuchamos a Lila Calderón, tuvimos la suerte de formar parte de un momento especial en lo que a ambiente y calidad se refiere. Hay formas y formas de presentar el arte y la visión de cada cual, y en ello se esmera el artista tratando de imprimir su propio sello en cada uno de los detalles. Esta, la de Lila, fue un acierto de sencillez, prolijidad, calidez y veracidad en cada uno de los gestos que, sin lugar a dudas, conmovió e impactó gratamente a todos los presentes.
Mención aparte merece el bello libro que hace de digno soporte para la cara palabra de Lila. Un acierto de diseño y realización a cargo de dos jóvenes estudiantes que junto a la autora decidieron cada detalle del espacio, forma, color, tipografía y hasta la intensidad de la impresión para no perder la esencia de la idea: ese animal cautivo que yace, sub-yace y permanece dentro de cada ser vivo.
Nos devolvimos – Nancy y yo - a casa con una sensación de agrado muy particular en nuestro interior... algo especial, entre etéreo y subterráneo – si es que se puede explicar así – y ello me acompañó durante el recorrido hasta Quilicura, tanto, que sólo bajé de mi nube cuando subió un par de jóvenes -hombre y mujer – a cantar al bus. Escuché un poco, aquilaté sus voces...y me impactó su realidad. Me fijé en la mía, en la de la anciana que dormitaba de cansancio a mi lado y pensé si tenía un sentido lo que pasaba hasta ese momento: ellos recolectando monedas para seguir estudiando, Nancy y yo juntando las nuestras para asistir a la presentación de Lila, la mujer agotada de pie, el hombre serio del frente, los pasajeros, en suma, el hastío del chofer, los estragos del terremoto y hasta en la gente que todavía está en carpas más al sur. Pensé... en el peso de las cosas cotidianas y en la importancia que le otorgamos cada cual. En todo eso pensé en medio del canto de los jóvenes, y fue entonces que comenzaron a cantar una canción de Silvio que dice en alguna parte: “la era está pariendo un corazón”... y ello me sacó del mar de dudas que tenía en la cabeza: entendí (o creí hacerlo) que estaba bien, muy bien lo que cantaban, porque todo lo que sucede hoy en día es a causa de que la tierra está pariendo cosas nuevas, está pidiendo cambios o manifestando su disconformidad, no lo sabemos bien, pero tendremos que vivir con ello y enfrentarlo y tratando de comprender el lenguaje de nuestro entorno y, para ello..¿qué mejor que hacerlo con el lenguaje universal de la poesía? Me felicité, entonces, de haber dedicado gran parte de mi tiempo a aprender su lenguaje, felicité sin palabras al par de cantantes , a Silvio, por la canción y a Lila por su aporte a la poética en general, poderoso incentivo que logra hacer pensar (y olvidar las pellejerías) a un ser humano común y corriente durante un rutinario viaje en un bus del Transantiago.
Amanda Espejo
Fotografías: Nancy Molina
Fotografías: Nancy Molina
Lila Calderón. Santiago de Chile, 1956. Comunicadora Audiovisual y Escritora, Magíster © en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de poemas Balance de blanco en el ángel triste de Durero, 1993; In Memoriam, 1995; Por suerte había otra vida y Piel de maniquí 1999. Durante el año 2002 publicó los libros: Animalia (cuentos), La gran fuga (cuento) y La ciudad de los temblores (novela infantil), Ediciones Books and Bits, Santiago, Chile.
En 1994 obtuvo el Primer Premio de Video-poesía de la Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile y el Premio de Adaptación de Guiones de Cortometraje Luchino Visconti del Ministerio de Educación.
En 1998, obtuvo el Primer Premio en el Encuentro de Cine y Video del Caribe con La muerte de un poeta, homenaje al poeta cubano Ángel Escobar (Video-experimental). Ejerce la docencia en la Universidad Diego Portales y en Arcos. Su obra poética se encuentra compilada en diversas antologías, tanto de Chile como del extranjero.
Área de difusión cultural de revista LA MANCHA.
6 comentarios:
que buen momento se lo han pasado chicas!!
un abrazo para ambas
besitos de luz
Maravillosa difusión de lo sucedido en el día de ayer.
Gracias por estas palabras y las fotografías.
Un gran abrazo.
Hermosa presentación amiga y agradable viaje... al son de notas musicales.
Mi enhorabuena a Lila Calderón por su trabajo y sus premios.
Un abrazo y un gran placer leerle.
Queridas amigas, envíenme una dirección de correo para hacerles llegar un libro.
Abrazos y saludos.
Lila es una maravillosa escritora. Pasará mucho tiempo antes de aparecer otra que se le asemeje en calidad...
Buscaré el libro, empieza a interesarme por los comentarios que he leido. La difusión hace muy bien a los escritores.
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