BUSQUÉ, MIRANDO EL CIELO, INSPIRACIÓN *
Te decía en la carta /
que juntar cuatro versos
No era tener el
pasaporte a la felicidad timbrado en el bolsillo…
(Rojas)
¿Decir poesía? Desde mi punto de vista, nada. Algunos escritos tienen un
discurso verbal frente a cómo se resiste un texto para ser poesía y esto no se
encuentra en citas perennes ni en locuaces estudios de primigenia verbalidad.
Entonces se debe buscar más allá, contradecir el germen del texto, enturbiar el
pretérito y separar las cuentas con el silabario.
Podemos tener un ahogo que nos cruce el corazón debilitado y eso no pasa
de ser arritmia cardíaca Podemos mojarnos hasta los huesos bajo la lluvia y
eso no pasa de ser una empapada. Podemos ciertamente comparecernos del olor de
una hierba triturada en las manos y eso no pasa de ser un juego de manos. Por
tanto, allí con cierta prevalida curtiembre asoma el poema.
¿Entonces, donde está la poesía que quiero decir? La singularidad de los
textos ciertamente está en los denominados poetas, ellos surten su poética
disfrazada o empecinada en el rímel de su palabra. Se nutre su libertad - su única-
que cohabita con el plagio desafío de su lengua y su escrutinio. Balbuceo para
producir el desparpajo de su palabra. Materializar el poema es tarea de ellos, quienes establecen las leyes de su voz, causan el estrago, las fallas del
lenguaje y la proyección estética de sus ríos. Entonces ellos, con su vivacidad
se acercan al ombligo congelado del mundo y le prenden fuego a sus cenizas.
Ellos, escuchan la marea y la separan del aire. Ellos truenan el ruido oculto
de su voz hasta hacerla rito, engranaje de cristales que tienen nombre de rocas
o piedras según sea el vértigo por donde alucinen sus palabras.
¿Va entonces un acercamiento a la poesía? Ardor, fugas entre líneas para
encontrar la verdad, esa subterrena o alterna visibilidad conque juegan los
poetas. El tono absoluto de la libertad está en ellos, que vocean su metafísico
lenguaje para incorporarlo al ardid de la vida.
Pablo Delgado U.
*Serrat
2 comentarios:
...ante La Mancha número 20,primero había que darse el tiempo; tiempo que con tanto esmero nos instan a ofertarlo, por unas pocas monedas y desdén y sin embargo, cuando nos empoderamos y lo recuperamos, alcanzamos riquezas inconmensurables como las halladas en vuestra edición de aniversario...tiempo para sumergirse en la labor de los inclaudicables, tiempo para Leer con mayúscula y por sobretodo, para vibrar.
Felicitaciones por su aniversario. Un abrazo a todos los que están detrás de La Mancha..y a los de delante también.
Amanda:
un asludo cordial, quería comentarte que tengo en mis manos la edición de la revista La Mancha, quería darte las gracias, es una bella edición, gracias por la invitación.
Quedo a tu disposición.
Un abrazo, y reitero mis agradecimientos.
Carmen G. Quiroz L.
Ilustradora / Cuentacuentos
Mckondo
07-9951631
Portafolio
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