Tres poemas del nuevo libro de Marina Germain, con prólogo de Ernesto R. del Valle:
Vulom
Campo de atracción magnético
campo de acción
campo de devoción
horizonte de besos
para ser capturados
por tu caña traviesa.
La
fusión de la especie
en la
carne polvosa
y el girado concierto
que del Cosmos galopa.
Luces en el ojo des cubierto
Luces
en el ojo des cubierto
lente
destelleado hacia sí
emisión
de novedades y suspiros
dinamismo
en la imagen obtenida.
Apertura
en el foco receptor
de
impresiones desde un día inteligente
diafragmas
bifaciales obturados
regocijan
la convexa nitidez.
Y
visionan recordando sus lecturas
con
las asas de su instante capturado
rememoran
de por vida la esencia
de
lo visto por un iris interior.
Rueda de la vida
En la
rueda de la vida
la
posición es como un gato que salta
no
hay lugar estable en donde
descansar
del movimiento ocular.
Todo
es cambio
y el
cambio es enemigo de la calma,
ruedas
más veloces que otras
con
centros que marean
los
ciclos de las ababolas,
un
instante más otro
significando
el ahora
y el
ahora a veces está cansado de sí mismo
o
triste de ser.
Prólogo del libro de poesía Vulom:
Marina Germain, una mujer con dosis cósmicas...
Gracias al gentil envío de sus dos [1]poemarios anteriores he tenido un acercamiento lúcido y místico con la poética de su autora [2]Marina Germain (Chile). No deja de interesar la temática ofrecida en este rotundo poemario [3]Vulom –que bien pudiera ser la segunda parte de su libro Himinam (Ediciones Baquiana 2011, Miami Florida)-en el que la poesía y su autora se reencuentran, con las aspiraciones del Ser íntimo, espiritual, cósmico. Ya en su primer poema nos propone esta alternativa como unión consagrada en espíritu dirigido al Universo.
La fusión de la especie/ en la carne polvosa/ y el girado concierto/ que del Cosmos galopa. (Vulom)
Hay un recogimiento supremo, en alegoría y presunción, en esta poesía a la que el lector se va a enfrentar. En la Literatura Latinoamericana contemporánea, el cara a cara con la realidad se hace palpable, (sangre y tierra, paisaje y luz, amor y locura) es el paraje en el que se asienta, de manera lúcida la poesía y esa línea converge, en el mayor de los casos, en los deseos de crecimiento humano y espiritual, de solidaridad y ¿por qué no? de hermandad. Las relaciones de la poética de Germaïn, no se divorcian de esta realidad y se sumergen, además, en las aspiraciones espirituales provenientes del Cosmos, de la Luz Galáctica, de la diafanidad y el silencio de los Astros. De allí, mi sentimiento místico ante esta poesía.
Nos dice Marina:
No esperes otra cosa/ Más ten fe en todo nuevamente,/ No mires atrás/ Mas recuerda lo que tu alma sintió
Más adelante en el mismo texto plantea con las mejores intenciones.
No conserves odios,/ Mantén en ojo quien te condenó/ Perdona a quien te hirió/ Y hazlo para ti. (No esperes otra cosa)
El reloj humano de esta poesía marca un tiempo deslumbrante que hace al Hombre, como especie, a reencontrarse con su Ser interior y desde allí, como desde una torre, observar al mundo y a los demás hombres, cual seres integrados a la matriz extensa de la Tierra. La Fuerza electromagnética Vulom, que une de igual a igual a todos los seres vivientes del Planeta
No deja de ser una poesía interesante ésta de Marina Germain. La subjetividad, la unión del Ser cognoscitivo con los sentimientos esenciales del Espíritu, la reverencia a ese Dios tiránico que todo lo domina, esta presente en esta poética.
En el siguiente poema Inicio de una oración, que transcribo de manera total, la autora trasmuta el sentimiento amoroso en el cilindrado espacio de esta retórica religiosa.
Inicio una oración/ por la tarde y de costado/ En cuclillas y desnuda. / Rezo brindando por ti/ bebo lo que hay/ sangre tú Cristo y de mi Dama/ Incluyo en mi cúpula completa/ tus heridas y costrones, / las costillas que revienen/ se revuelcan en la hostia/ que empalmada en sotanas/ va regando su ritual. .
Como vemos una poesía nada ausente de sensualidad, de posesión, y que envuelve a quien la lee de ese necesario acercamiento a su interior, a su Ser espiritual, a su nacimiento junto al infinito cósmico. Por eso digo que es interesante la poética de Marina Germain. Sus valores literarios se encuentran precisamente en esa apreciación del Hombre con su Mundo exterior y su Mundo interior, esa simbiosis del espíritu resuelto a ser más que carne o brumas en el infinito océano galáctico.
Desde los autores de la poesía romántica, rodeando los valladares de la poesía de la infinitud que nos propone Marina Germain, la poesía no será jamás una expresión fuera de nuestras inquietudes, es una manifestación que debe estar cada vez más en auge, en contacto vivo, directo con el prójimo y todo aquello que le comunique fuerza para crecer como Ser Humano. Sus ansiedades, necesidades, etc.
El lector va a encontrar pues, en la lectura de estos textos, el embrujo de una poesía que lo acercará a las impaciencias más disímiles y cercanas que tiene como Ser, ante la infinitud del espacio sideral. Sentir o no esa fuerza electromagnética, despertar ante esa carga de Luz que lo sintonice a las realidades de su Ser interior, no es el propósito de la autora, ella quiere experimentar esa carga de influencias positivas que en definitiva hacen al Hombre mucho mejor en su acercamiento a los valores de hermandad, confraternidad solidaria y del amor entre todos. Ella lo deja entre dicho, a manera de susurro de embrión en las brumas de lo celeste:
La buena manera en el ojo despierto/ dará la entrada al diestro/ hacia su esfera de luz./ No se queje el ignorante, el bruto, o el hábil/ las puertas se abren al sensible y humilde. (La buena manera en el ojo despierto.)
Marina Germain nos encausa resuelta y de manera sugerente en este su tercer libro, a la meditación, a la valoración de nuestro encausamiento social como seres humanos, lo cual nos promete una lectura total de referentes imprevisibles y positivos.
Ernesto R. del Valle
Miami, Estados Unidos, Julio 17, 2012
[1] Magma, (Bravo y Allende Editores, Chile, 2009) e Himinam (Ediciones Baquiana, Miami, Florida 2011)
[2] Marina Germain es el seudónimo literario de la Artista Plástica chilena, Pauline Le Roy.
[3] Vulom: Campo de fuerza electromagnética de atracción cósmica.
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