25 de febrero de 2014

COMENTARIO / por Carlos Amador Marchant


¿Qué ocurre con los poetas chilenos de la generación del 20?

 

 

Por Carlos Amador Marchant


En más de una ocasión Jorge Teillier manifestó que al paso del tiempo han sido muchos los poetas significativos que quedan silenciados mientras otros así no catalogados van ocupando sistemáticamente esos espacios. El rescate de éstos, sin embargo, llega en su momento, o mejor dicho, la mano de la verdad siempre asoma en la vida de los humanos.

De la Generación del 20, fueron varios los poetas y prosistas chilenos que quedaron aislados en el tiempo y sus nombres, más ahora que la tecnología ha permitido el afloramiento de cientos y cientos de artistas de la palabra, a veces parecen estar recluidos en celdas impenetrables por donde el interés de los lectores escasamente llega. Es posible que también haya influido en esto la vida agitada de los comienzos del siglo 20, la mundana, el desorden existencial entre ellos y la unificación al sufrimiento y la soledad. Por otro lado, si bien es cierto ya había fallecido prematuramente otro de los inmortales como Carlos Pezoa Véliz (1879-1908), y el apego y desapego a las normas estilísticas muchas veces juegan mala pasada. Lo concreto es que este grupo hasta nuestros días es más conocido como “El grupo de Neruda” o bien como lo denominara el poeta Pablo de Rokha: “La banda negra”, haciendo alusión punzante a este parnaso que se reunía en cafetines y bares. “Poesía hecha de sentimientos, no de razonamientos”, expresa en una crónica Teillier. Estos fueron los poetas que se formaron en las primeras Fiestas de la Primavera, siempre unidos a la Universidad de Chile y su Federación de Estudiantes y al mismo tiempo en aquellas revistas de época como Juventud y Claridad.

De acuerdo a estadísticas casi la mayoría de ellos tuvo corta vida y sus obras no lograron consolidarse, pero unido a esto la desilusión circundante y la vida trágica gatillaron fuerte. Se trató de una generación complicada. Baste para esto citar a dos poetas: Alberto Valdivia (El Cadáver Valdivia) y Joaquín Cifuentes Sepúlveda (El Ratón Agudo). Pero hubo más en esta lista: Alberto Rojas Jiménez, Romeo Murga, Víctor Barberis, Rubén Azocar, Raimundo Echevarría Larrazábal, Juan Egaña, Armando Ulloa, Oscar Sepúlveda, Alejandro Galaz, entre varios otros; lista interesante para comenzar a estudiar y reactualizarla.

Tenemos ante nosotros a un grupo de hombres, de creadores que entraron en el olvido, salvo algunos estudios tímidos que empiezan a aparecer en improvisadas publicaciones o en diarios de varios años atrás. Pero todo queda ahí, en el intento, y todavía no se comienza a ejecutar un trabajo serio sobre estos poetas.
Joaquín Cifuentes Sepúlveda estuvo en esta tierra sólo 29 años y lo vivió todo, hasta la cárcel, que al decir de muchos de sus pares correspondió a un encarcelamiento injusto. Poeta nacido en la región del Maule fue tal vez uno de los más cercanos a Pablo Neruda, incluso al libro “Crepusculario” del Nobel de Literatura, se le dictaminan muchos acercamientos al estilo de “El Ratón Agudo”.

Vida allegada al sufrimiento y al desamparo, Cifuentes Sepúlveda terminó sus días en Argentina. El recientemente fallecido Premio Nacional de Literatura 2002, Volodia Teitelboim (fallecido el 2008), en su libro “Neruda” editado por Sudamericana en el 2003 (Página 117), retrata a este poeta en una forma más cruel que con deseos de rescatarlo del aislamiento: “Es un maestro de la cantina, un rey de la blasfemia, el que imparte a sus discípulos, como un apóstol del vino, las llamadas enseñanzas de la hombría criolla. El hombre ha nacido para tomar, para fornicar, para desafiar lo establecido. Tenía algo de anarquista primitivo. No dibujaba claramente la frontera que lo separaba del hampa. Era el predicador de una terrible y envolvente hermandad. Manejaba el lenguaje flamígero. Era el bardo del verbo insultante. El sucesor de todos los mal hablados de la historia, un fuera de la ley manejador de cuchillos y de frases como relámpagos, un semianalfabeto que tenía la sabiduría que viene de abajo cuando ésta se traduce en negación individualista, salvaje y sin destino”.

Pero Neruda hace, sin embargo, de su amigo una defensa férrea en los momentos en que está recluido: “Joaquín Cifuentes Sepúlveda….su sólo nombre es un verso”. Más aun, en su obra póstuma rescatada por el verdadero amor de Cifuentes (en Argentina) “El Adolescente Sensual” prologado por Jorge González Bastías, en el poema denominado “Ausencia de Joaquín”, el Nobel de Literatura dice: “Desde ahora, como una partida verificada lejos,/en funerales estaciones de humo o solitarios malecones,/desde ahora lo veo precipitándose en su muerte,/y detrás de él siento cerrarse los días del tiempo".

Andrés Sabella, por su parte, dice de Cifuentes Sepúlveda: “Hombre armonioso, tuvo el don de cambiar de lugar a las estrellas y reemplazarlas por rubíes calientes; hombre con vocación de fuego, su poesía creció lo mismo que una garra de azufre contra las cosas. Era, entre nosotros, el esposo de la soledad y nadie podía disputárselo…”

El poeta nació en San Clemente, en Talca en 1900 y a temprana edad emigró a Santiago. Curiosamente desde el año 1920 al 22 publicó cuatro de los cinco libros que se le conocen: “Letanías del dolor”, “Esta es mi sangre”, “Noches” y “La Torre”. En su corta vida el poeta viajó por distintos lugares de Chile hasta desembocar, luego de salir de prisión, en el vecino país de Argentina, lugar donde conoció a su amada quien le publicó junto a otros amigos el libro póstumo “El Adolescente Sensual”.

Se concuerda en que, al paso de los años, comienzan a redescubrir a este poeta de mirada callada y temeraria. Sus versos, tal vez bañados de un romanticismo lejano, lo retratan en su sensibilidad. Está vivo, y en sus andanzas no sólo nos dejó el legado de las tragedias, depresiones y del amor verdadero, sino también la posesión de ser y caminar como poeta Ochenta  años después de la muerte de Cifuentes Sepúlveda, que es más de una vida generacional en Chile, y aunque los libros de él no se encuentran en librería alguna, lo único que hemos buscado es estrechar la mano de este creador del Maule, y por qué no decirlo, caminar y auscultar las huellas por donde anduvo entregando su voz, las amargas noches y la esperanza de reencontrarse con la vida, después de la muerte.


Viernes, diciembre 04, 2009


Biografía del autor: 

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24 de febrero de 2014

POESÍA / Nelson Carrizo, el poeta minero.

 



NOCHE



La noche alargo su brazo y me atrapó

me masticó con sus horas lentas

en una espiral sin retorno.

La luz quedo atrás…

la añoro…

inútilmente…

¡ Oscuridad…

noche…

che…

he…

e..!


 
CRECIERON



¿ Dónde están mis niños
con los que jugaba a la guerra,
o a los carros, con ellos metidos
entremedio de mis piernas?

¿ Dónde están los títeres con los
que armábamos y desarmábamos
mundos imaginarios?

Ya han crecido sus pequeñas manos,
los abrazos y arrumacos son para niños chicos,
y pienso en qué espacio del tiempo crecieron…

Ya deje de ser el héroe de sus jornadas,
soy ahora el viejo anticuado…
el ocaso de un héroe que los acompañó
en muchas de sus jornadas,
en una tarea, en una travesura compartida,
en un descubrir el mundo caminando a mi lado.

Ahora tienen su propio universo,
su mundo particular
donde ya no soy el pirata ni el capitán.
Son ellos los héroes de cada jornada
y quieren recorrer el mundo solos
más allá de donde yo los llevaba.

Crecieron, no hay dudas
son distintas ahora
las mañanas.




Blog personal: http://poetaminero.blogspot.com/


"Mi nombre es Nelson Carrizo Muñoz, naci un 26 de septiembre de 1958. Hasta los 30 años vivi en la Poblacion Jose Maria Caro, Santiago-Chile. Escribi desde los 6 años poemas en el colegio, despues en mi adolecencia. Todos los poemas no tenian titula los denominaba Exodo 1,2, 3 etc. hasta que llegue al Mineral el Teniente. La mina subterranea mas grande del mundo, entendi con el tiempo que mi mision era escribir de este mundo minero, fue hay que mis compañeros me bautizaron como el Poeta Minero. Llevo 7 libros autoeditados:
· Corazon minero;
· sentimientos en 180°;
· de la oscuridad a la luz;
· poblador V/S dictadura;
· Sewell;
· Un canto al amor;
· poeta minero 50 años

He sido el unico trabajador que a expuesto mis poemas con fotografia en las oficinas centrales de Codelco, Chile-SANTIAGO. Tambien una exposicion en el mall rancagua dedicado a la maternidad y el unico que ha realizado recitales poeticos y de pintura al interior de la mina. He llevado mas de 100 artistas a conopcer este mundo minero y Sewell.Para terminar, soy un artesano de las letras, un aprendiz de escritor".

18 de febrero de 2014

INVITACIÓN / Presentación libro: "CUANDO VUELVAN LOS FLAMENCOS", en 3° Encuentro Ufológico de Maipú.

 
 
 
En el marco del 3° Encuentro Ufológico de Maipú, se llevará a cabo la presentación del libro:
 
CUANDO VUELVAN LOS FLAMENCOS,
 
del autor,   Benedicto Cerdà.

Ilustraciones de Gustavo Leiva Olguín.
 
 
 
 
Acerca del cual, la revista científica de investigación de lo inexplicable, PHENOMENAMAGAZINE, www.phenomenamagazine.co.uk, dice lo siguiente en su versión 57, Enero 2014, Book Review:
"A veces usted se topa con un libro que es hipnótico...aunque "AÚN" no está impreso en inglés, es un libro fascinante del que no querrá apartarse. Un gran libro que bien vale la pena tenerlo en su librero. Para mayores detalles con respecto a un posible lanzamiento en el Reino Unido, contactar a Charlie en: benedictocerda@gmail.com"

"Now and again you come across a book that's rather mesmerizing...though currently not in English print "YET", it's a fascinating book you won't want to put down. A great book well worth having on your bookshelf. For further information in regards a possible UK release or to order the book contact Charlie at: benedictocerda@gmail.com
 
 
 
Teatro Municipal de Maipú
 
22 de febrero - 2014
 
Sala KGB, a las 14:30 hrs.


A continuación, un pequeño extracto de la novela:

"Varias hermanas y hermanos se veían colocados con algunos porros, que nadie ni idea tiene cómo han aparecido. Secreto de Estado. Se cuenta el milagro, pero no el santo. Otros, los más tímidos, llevan libros en sus manos. Verdaderas obras de arte: El Kamasutra, Abducción consensuada, El hombre multiorgásmico, para usarlos a modo de escudo y cubrirse en lo posible las indecencias, algo difícil de alcanzar ya que la mayor parte de las veces dejan lo más apetitoso a la vista..."
 
 
 
 
Programa de actividades:
 
 

17 de febrero de 2014

POESÍA / Felipe Valdivia




GRACIAS




Gracias.
Por el pan con queso diario
que se baña en mi boca al tomar el té
desde la taza humeante obrera
a primera hora de la mañana
desafiando al riguroso horario.


Gracias.
Por tu suspiro enamorado al despertarnos,
Que me empuja con fuerza a guardar el sueño
hasta esta noche, cuando al acostarnos
dejemos descamsar el estrés laboral para amarnos.


Gracias.
Por tus retos que se arrancan de otros retos
que nuestro amor debe escabullir,
huir de los conflictos es casi como un convicto
sin ningún tipo de veredicto.
Ay de mí si tú no estuvieras en mí.


Gracias.
Por amarme,
tu paciencia no tiene límites
y si la tuviera sería el primer anarquista
luchando por la conquista de todas esas banderas e ideales.
Necesito estar para siempre encarcelado en las rejas de tu corazón.


Gracias.
Por ser tú,
por tu comida, tus abrazos,
gracias por la gracia de ser mi compañera.




*****



Felipe Valdivia (Santiago, Chile, 1985).
Periodista, Gestor Cultural, autor de “Traducciones de anagramas” (editorial Forja, 2012)
Pertenece a la comunidad virtual Letras Kiltras y forma parte de los más de 4 mil escritores del directorio de la Red Mundial de Escritores en Español, REMES. Ha publicado en las prestigiosas publicaciones literarias chilenas Revista Cinosargo, Revista La Mancha, Río Negro, Dos Disparos, Un Cuento al Día y Letra Muerta; en México, en Palabras Diversas y Ombligo; en Colombia, en Revista Libros y Letras y, en Argentina, en Realidades y Ficciones.
1er lugar concurso de cuentos “VitaJoven”, 2004; finalista en la IV Edición Premio “Biblioteca Fimba” de Narrativa Breve 2011 (Brasil) y en el concurso de cuentos Bicicultura 2010 (Chile); Mención Honrosa en el I Concurso de Poesía Colectivo Río Negro 2014 (Chile).
Ha colaborado con críticas literarias en el portal dedicado a la promoción de literatura infantil y adolescente Espacio Creamundo (Chile), con críticas de cine en la revista Cinefilia, columnista de la revista de arte y cultura El Síndrome de Stendhal y administra el blog 


Twitter: @felipevaldivia_

Facebook: Felipe Valdivia

11 de febrero de 2014

POESÍA / Stella Díaz Varin





SINFONÍA DEL HOMBRE FÓSIL



            Desde un mundo de carbón vegetal, me levanto,
como empujada ola, compañero.
Me vibran las acústicas marinas
y enhebro el silencio de la greda,
y escupo a la muerte por encima del hombro.


            Pero nada es igual dentro del agua
sino el agua y el pez dentro del agua.


            Si a cada día, si a cada espacio vengo,
por la noche mis manos enloquecen,
y el vértigo fustiga la horadada simiente.
No sólo el ritmo es propensión al canto,
pues entonces la muerte
no podría tener un significado de vocales.


            El paso se acostumbra al silencio
como el agua a los muelles,
y voy cantando risas a olvidadas aceras
con detalles ambicionados por la nieve.
¿A qué viene entonces el deseo de sentirse viva?
-Así es una niña azul en su traje de verano-.
Yo tengo una cabellera de yodo
y en cada ojo un barco con forma de mirada,
y asida a un mástil sin cuidado fumo
mi cachimba de hierbas suburbanas,
y en un sonoro vientre mi corazón apoyo
y a oscuro corazón mi corazón allego.


            Soledad, me acostumbro a diversas costumbres.
Eternamente verde, muerta en el alga verde,
y el sudor de los vinos agotados, me ciñe
y abandono deseos vertebrales.


            En corporales nieblas,
me desvisto de sal y resinas oscuras
y asisto al panorama de besos y crujidos
y a latitudes verdes me incorporo.


            Amigo, ya lo sé.
Dejaré al tiempo saber su estación olorosa.
El habitante de mi sangre no está conmigo ahora.


            Iba con su hombro izquierdo en dirección al norte
y la piel erizada y oculta prometida a la pampa roja.
Ay astro mal herido por el día,
desde tu corazón te he suicidado
ayudada por tu propia luz.
El habitante de los cristales no está conmigo ahora.
A qué venir entonces a medir el espacio con el hueco de los ojos.
El habitante de mi sangre no está conmigo ahora.


            Desde donde la luz inicia la distancia,
desde los puros astros montañeses,
oigo tu voz de aletargado vino,
tu esencial continencia de agua dura.
Y no soy yo en el fuego devorando crisoles
y no estoy en la fécula de sabor prohibido
ni en la silenciosa multitud.


            Y así, entre advenedizos y distantes,
desastillando la mano del leñador junto a su único árbol derribado.
El habitante de mi sangre no está conmigo ahora.


            Su misteriosa voz de océano,
su labranza de anillos,
su escondida raíz,
su pétrea contextura,
su esmerilada boca de diamante
agoniza en la tierra su secreto;
en ahogados espasmos de vertientes inéditas
-claras constelaciones subterráneas-
siderales ramajes suspendidos en el viento del sur.


            Ay compañero;
tu rasgada piel de animal quebradizo,
ay, hombre, muriendo e inconcluso,
hombre de intentos pétreos,
de prohibidas féculas candeales.
¿De qué espiral renacerá tu canto,
de qué aullido infantil se hará tu corazón?


            Qué importa tu experiencia de abdomen
envejecido y virginal,
qué tus huesos florecidos,
qué tu angustia de cineraria seminal.


            Yo me levanto
sobre tu semblante de alga seca
y avizoro olas escasas de pelaje marino,
y a verticales sombras verticales me uno
como a su sombra, un ahorcado suspendido de noche.






Del libro: Sinfonía del hombre fósil y otros poemas (1953).


4 de febrero de 2014

POESÍA / Rodrigo Verdugo




 
PRIMER ANUNCIO


Nos descarna la noche y se nos pegan todos los vuelos
Las manos han quedado abiertas
Para demostrar que los vientos han errado
Oyes esa harapienta vibración, si es la nuestra y es mejor ignorarla
Somos borrosos para los dioses tanto como ellos lo son para nosotros
Vamos vestidos con agujas quemadas, agotamos el primer ojo
Para que guardar memoria,
Si solo hay viento y agua operando en el brote de los seres inviolables
Las memorias alzaron la luz como limite primitivo
Habrá veces en que nos echen fuego o niebla encima
Para distinguirnos
De eso que hubo entre el cielo y la copa del derrumbe.
Nadie ha descubierto nuestra cofradía,
Porque hablamos un idioma en clave
Entre la bruma accidentada y los lechos mancos
Llevamos atada a la espalda la quimera investida de cera.
Esta mañana se levanto el polvo,
Atisbo esa continuidad que se asoma al día
Un tiempo accesible del que se sale con pies de silbidos hacía las casas
Para entrar y salir de ellas, golpear las puertas mientras abren
Y no es nadie
Mientras vuelven a golpear y de nuevo abren y de nuevo no es nadie
Pero alguien hace cálculos, sumas y restas con esos golpes y comprueba
Que el mensajero fue cubierto
Por constelaciones marinas y anillos venenosos
Y llama a las líneas a advertir
Que las manos del cielo se basan en las retenciones.
Él con nosotros hace una sola cadena, esa sola cadena que hacemos
Con los ángeles que crecen hacia abajo en retribución a la madera
Con las animas genitales que marcan con oxido de zinc sus territorios
En los muros de las cavernas, ahora son distintos los umbrales,
Como el agua que se desengaña
Un renegado magnetismo nos enmascara,
Bañamos las armas en el leproso centelleo
El espacio que ocupamos dentro de la noche se vuelve niebla
Niebla que codicia la fragmentación del cuerpo.
Es mejor ignorar que nuestras raíces
Se abandonaron a cielos equivocados
Que al nacer interrumpimos a esas serpientes
Que son las herramientas de la tempestad
Es mejor no guardar memoria, todos vivieron bajo una lámpara culpable
Lo sumergible del mar primero fue hecho en el cielo
Miramos hacia atrás y vemos al fulgor derribar una hilera de días
Es otra la mirada como la del hombre que se mira fijamente en la mujer
Y descubre que ha convivido con el relámpago
Que encamina a la sangre hacia un camino invisible
Con la clave que castiga las piedras, para que la luz se quede a solas con la muerte.
Descubre que ha agitado pájaros y espejos para que el infierno envejezca
Descubre que ha dejado cubierto de brisas el árbol sexual que releva a la muerte
Descubre que dos temblores se quedaron para siempre frente a frente.


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