INTERROGANTE AZUL
Todo sueño
bien encaminado
comienza con
una interrogante azul en el pecho.
Y sucede a
menudo, que aquella interrogante,
siempre lleva
un nombre de mujer como bandera:
una bandera
elástica y frágil,
como mariposa
asustada de sus propios colores
girando en
torno de nuestra angustia;
un relámpago
enfermizo de nubes y un pez hambriento de luz
atrapado en
las redes de un barco a la deriva.
No hay
escape posible hacia la esperanza
cuando la
incertidumbre se dibuja en las paredes.
No hay
pasado ni presente, cuando el futuro
se nos
viene de golpe en un espejo trizado,
y nuestro
rostro acusa las huellas profundas de la poesía.
No hay
pasión en nuestras manos, para coger las estrellas
que huyen
en bandadas hacia otros confines.
Solamente,
algunas páginas en blanco de vigilias sin nombre,
y los ojos
fatigados de una muchacha
aguardando nuestro
beso hasta la salida oportuna del sol.
SENTENCIA
Justicia Divina:
El ladrón
de estrellas,
fue condenado
a morir de noche.
COSAS
Alguien
sacudió mi corazón;
no fue el
viento.